Paul Pogba ha recibido este jueves una suspensión máxima de cuatro años por parte del Tribunal Antidopaje de Italia por dar positivo por testosterona sintética en una prueba del 20 de agosto del año pasado, después del partido de la Juventus contra el Udinese de la Serie A italiana, en el que permaneció en el banquillo de suplentes. El resultado de la prueba fue anunciado en septiembre.
El jugador ha declarado que va a apelar el veredicto ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo en Suiza. «Creo que el fallo es incorrecto», afirmó en un comunicado publicado en una de sus redes sociales, insistiendo en que como atleta profesional nunca haría nada para mejorar su rendimiento «mediante el uso de sustancias prohibidas».
«Estoy triste, conmocionado y con el corazón roto porque me han quitado todo lo que he construido en mi carrera como jugador profesional. Cuando esté libre de restricciones legales, la historia completa quedará aclarada, pero nunca he consumido, consciente o deliberadamente, ningún suplemento que viole las regulaciones antidopaje», indicó.
«Nunca he faltado al respeto ni he engañado a otros atletas y aficionados de ninguno de los equipos con o contra los que he jugado», agregó el centrocampista de la Juventus.
La sentencia del caso del futbolista no se hizo pública debido a las leyes de privacidad de Italia, pero una fuente con conocimiento directo del caso confirmó el fallo a AP. Pogba decidió no cerrar un acuerdo de admisión de culpa con la agencia antidopaje italiana y el litigio pasó al Tribunal Antidopaje del país.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo podría tardar un año en emitir su veredicto, que es un periodo típico que suele durar el proceso, a menos que una parte solicite que el caso se tramite por vía rápida y la otra parte esté de acuerdo.