En este día de conmemoración tan importante, dedico estas palabras a las mujeres que todos los días gritan su dolor en silenciosa agonía en la Palestina ocupada, a las que no pueden vivir con plenitud su feminidad ni su libertad, a las que dedican su vida a sus familias o cuidado a otras personas, muchas veces como en Chile, por un sueldo miserable.
A sus ancestras, que antes que ustedes, comenzaron la dura lucha por dignidad, derechos y justicia, en tiempos muchísimo mas difíciles y complejos.
Dedico con especial cariño estas palabras, a la memoria de Daniela Carrasco, «la Mimo». Una artista urbana chilena que apareció ahorcada, con signos de haber sido violada y torturada brutalmente. Su cuerpo vejado fue colgado a medio vestir de una reja en la Comuna de Pedro Aguirre Cerda en Santiago, en el contexto de las protestas callejeras de la revuelta social chilena, donde muchas de ustedes luchaban por tener mejores condiciones de vida y dignidad para quienes aman. Daniela fue vista por ultima vez antes de su muerte junto a funcionarios de Carabineros de Chile.
Estas sentidas palabras de hoy, son para todas aquellas mujeres que a pesar del tiempo transcurrido, aun se encuentran atrapadas en prejuicios históricos e hipocresías miserables!
Este reconocimiento también es para cada una de mis pacientes, muchas de ellas señoras jubiladas a quienes acompaño en sus procesos y que luchan cada día por vivir con pensiones de hambre. Hoy deseo tomar un té con cada abuelita que he conocido en decenas de lugares, inclusive que viven en la calle y que sienten que han perdido el amor, la compañía y el respeto de todo el mundo.
Vaya este mensaje también para las estudiantes, que encuentran en lo que digo algún sentido de libertad y valor, que les sirve para huir de la autoridad y la opresión de profesores, de la rigurosidad de la formación familiar, de las iglesias y muchas veces de la sociedad.
Hoy recuerdo a las empleadas de casa particular, mis Lamgen del pueblo Mapuche, a las dueñas de casa, obreras, campesinas, empleadas, profesoras, temporeras, casadas, solteras, monjas, entre tantas otras.
Vayan también este saludo para acompañar a las que sufren abandonadas en las calles presa de las adicciones, a las privadas de libertad en las cárceles y también para aquellas que luchan valientemente en los hospitales contra la enfermedad.
Hoy quiero ser tu amigo ultimo, tu contador de historias, pero por sobre todo tu respetuoso compañero.
Por ti solo siento amor, orgullo y gratitud por lo que haces y aportas al mundo!… siempre estarás a la diestra del cielo!
Mujer, no te digo feliz día, si no que sigas adelante!.
A TI TE DIGO…NUNCA, JAMAS TE RINDAS!!
#NiUnaMenos-Chile
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN
Roberto Montoya – Psicoterapeuta Clínico, Miembro de la Agrupación de Chilenos Adoptados Irregularmente en el Extranjero. Defensor de los Derechos Humanos.
