Por Camila Escanilla Segovia, Editora en Jefe
TAIPEI (La Razón) — La República de China (Taiwán), es una isla de 36.197 km², ubicada al este del continente asiático, en el Pacífico occidental, entre Japón y Filipinas, cuya capital es Taipei, con una jurisdicción que se extiende a los archipiélagos de Penghu, Kinmen y Matsu, así como otros islotes.
Ubicada justo frente a las costas de la China continental, este país cuenta con una población de más de 23,3 millones de habitantes y un producto interno bruto (PIB) de US$ 24.502 per cápita (Según datos de 2018). Cuenta con un Gobierno democrático, cuyo presidente y vicepresidente de la República son electos, cada cuatro años, a través de sufragio universal.
Esta isla es conocida como formosa (Hermosa), denominación otorgada por exploradores portugueses, los primeros europeos en llegar a la isla. El idioma oficial es el chino mandarín, aunque de igual manera se utilizan derivaciones del chino y más de 16 lenguas indígenas. Dentro de las principales religiones que profesan está el budismo, taoísmo, cristianismo e islamismo.
En temas de salud, Taiwán ha hecho un esfuerzo, alcanzando una cubertura del 99.9% de la población, a través del Seguro Nacional de Salud −que incluye a las personas que están privadas de libertad− el que contempla atención médica, medicación, procedimientos occidentales y propios de la medicina China.
La educación en Taiwán es un tema importante para la población, lo que se ve reflejado en el gasto público, contando con una tasa de alfabetización del 96%. Por otro lado, el 48,8% de la población cuenta con un título técnico o universitario, lo que refleja un aumento de 8,1% durante la última década. En comparación con Chile, −y a modo de referencia− las cifras son similares, siendo en 2021, la titulación de carreras técnicas, de un 50,8% y de universidades un 48,3% (Mineduc). Taiwán cuenta con un sistema de educación básica de 12 años, −a partir de 2014−. Los jóvenes estudiantes se destacan en ciencias y matemáticas, contando con un 95% que continúa con estudios de educación superior en universidades o institutos técnicos y tecnológicos.
El Gobierno incluyó −a nivel escolar− el estudio de lenguas provenientes de sus 16 tribus indígenas, y al mismo tiempo adoptó la política Bilingüe 2030, la cual busca ayudar a las y los trabajadores de Taiwán y a los más jóvenes a conectarse con el mundo a través del inglés, y así poder atraer a empresas internacionales, permitiendo a las industrias conectarse con los mercados globales, generando empleo de mayor calidad para los ciudadanos, con mejores oportunidades laborales y salariales.
En términos de libertad de prensa, es la propia de un país democrático, contando con una diversidad de medios. Ediciones impresas de revistas y periódicos, que al igual que en el mundo entero han ido perdiendo terreno frente a los diarios digitales.