Bolivia equipó a la Policía antidrogas con una flota de aeronaves y armamento moderno para combatir al narcotráfico, que usa el espacio aéreo para evadir los controles regulares, informó el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo.
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«Con este nuevo equipamiento de uso exclusivo contra el narcotráfico, con la primera flota de aeronaves de Bolivia para luchar contra este ilícito en pleno funcionamiento, podremos hasta duplicar nuestros resultados«, anunció la autoridad, en un acto público en la región de plantaciones de Coca del municipio de Chimoré, en el centro de Bolivia.
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Con este equipamiento, el Gobierno pretende marcar un récord en decomisos de droga y destacar ante la comunidad internacional que apoya la lucha antidroga con financiamiento.
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Se tratan de cinco helicópteros entre ellos tres Súper Puma, cuatro avionetas Cessna y un avión Hércules que tomarán el control del espacio aéreo, frente a numerosos vuelos de avionetas que llevan droga desde Bolivia a países vecinos o sobrevuelan el espacio boliviano.
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El ministro Del Castillo también anunció la dotación de 500 fusiles de asalto de 5,56 x 45 milímetros, 100 pistolas de nueve milímetros, drones y otros equipos como parte de la renovación de las armas, que datan de las décadas de 1980 y 1990, y que por su desgaste deben ser reparados con «alambres» y cintas de embalaje.
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Las autoridades bolivianas han destinado 2,8 millones de dólares en el equipamiento que busca el fortalecimiento de los operativos antidroga y envía un mensaje a los narcotraficantes.
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Por su parte, el comandante general de la Fuerza Aérea Boliviana, Marcelo Zegarra, informó que el equipamiento permitirá combatir con eficacia a las bandas criminales.
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«Estas aeronaves servirán a partir de hoy para mejorar y fortalecer nuestros recursos para enfrentar esta amenaza, la repotenciación de estos helicópteros no solo aumenta la capacidad operativa, sino que enviarán un mensaje claro a aquellos que buscan socavar la seguridad y la estabilidad en nuestro país», reivindicó.
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Bolivia tiene su propia política de lucha contra el narcotráfico, no tiene respaldo de entidades estadounidenses como la Administración de Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés), sino que es netamente nacional y apuesta a la regionalización de esta tarea.
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En 2023, se incautaron 35.8 toneladas de droga, casi el doble del registrado en 2019 debido al aumento de los operativos policiales y del tráfico de estupefacientes.