- El 20 de junio marca el cambio de estación en el hemisferio sur, un evento astronómico y cultural significativo, según explican los especialistas de la Universidad de Chile. José Utreras del CATA dice que el solsticio, cuando el Sol alcanza su punto más bajo, inicia un nuevo ciclo de luz creciente; Bernardita Ried destaca que las noches largas permiten observar la Vía Láctea en su esplendor, y resalta la celebración mapuche del We Tripantu, simbolizando el renacimiento de la naturaleza; y César Fuentes menciona estudios del clima en exoplanetas que enriquecen nuestra comprensión de las estaciones. Además, se realizarán actividades como talleres y rogativas para celebrar este nuevo ciclo indígena.
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El próximo jueves 20 de junio, cuando el reloj marque 10 minutos para las cinco de la tarde, comenzará el solsticio de invierno en el hemisferio sur del planeta, un fenómeno astronómico de gran relevancia que ha sido observado y celebrado por culturas de todo el mundo. En nuestro país, este evento es particularmente significativo no solo desde un punto de vista científico, sino también cultural, especialmente para los pueblos originarios como los Mapuche. Este día, el Sol alcanza su punto más bajo en el cielo, resultando en el día más corto y la noche más larga del año. Para los astrónomos y los entusiastas de la astronomía, el solsticio de invierno ofrece una oportunidad única para observar el cosmos con mayor claridad y detalle.
El solsticio de invierno también representa un momento de reflexión y renacimiento para muchas culturas. Para los pueblos originarios de Chile, como los Mapuche, este evento astronómico es conocido como el We Tripantu, que significa «nuevo ciclo» o «nuevo año». Esta celebración coincide con el retorno del Sol y simboliza el renacimiento de la naturaleza y la renovación de la vida. Es un momento de conexión profunda con la tierra y el cosmos, y una oportunidad para renovar el compromiso con las tradiciones ancestrales.
Para explorar más sobre este fascinante evento, conversamos con tres destacados especialistas de la Universidad de Chile: José Utreras, doctor en Astronomía y encargado de Divulgación Científica del Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA); Bernardita Ried, divulgadora del Departamento de Astronomía (DAS) e la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) y estudiante del Doctorado en Física con mención en Astrofísica de la Universidad de Stanford; y César Fuentes, doctor en Astrofísica de la Universidad de Harvard y académico del DAS de la Casa de Bello. Sus comentarios y conocimientos nos brindan una visión integral del solsticio de invierno desde múltiples perspectivas.
Un ciclo de renacimiento y energía
El astrónomo José Utreras resalta la importancia del solsticio de invierno tanto astronómicamente como culturalmente. “Este ciclo es el que gobierna la vida en la Tierra y por eso nuestro calendario usa este ciclo, que es casi igual al tiempo de traslación alrededor del Sol. El solsticio marca el momento en que el Sol llega lo más bajo en el cielo, las sombras son más grandes y las horas de luz más cortas, y de ahí en adelante el Sol comienza a subir nuevamente, marcando un nuevo ciclo en el que el Sol vuelve a reinar el cielo con más energía”.
Desde una perspectiva más técnica, Utreras nos ayuda a visualizar el fenómeno: “Podemos imaginar una hoja de papel en la lluvia; si la hoja de papel está perpendicular a la lluvia, recibe más gotas por segundo. Pasa algo parecido con la luz del Sol y el suelo. En el solsticio de invierno, la inclinación de la Tierra aleja el hemisferio sur del Sol y este se ve más bajo en el cielo, provocando que en una región del suelo lleguen menos rayos de luz por segundo”.
El impacto astronómico del solsticio
En tanto, la influencer Bernardita Ried aporta una perspectiva fascinante sobre cómo el solsticio afecta las observaciones astronómicas. “En este solsticio de invierno, las noches son más largas, lo cual es muy interesante para nosotros los astrónomos porque podemos ver más objetos en el cielo. En particular, en los meses de junio y julio, estamos apuntando justo hacia la Vía Láctea, lo que nos permite estudiar sus estrellas y exoplanetas con mayor detalle”, comenta Ried.
La física de la Universidad de Chile, Ried, también destaca la importancia cultural del solsticio: “Para los mapuches, el solsticio de invierno es un momento crucial que marca el regreso del sol. Este evento astronómico es celebrado como el We Tripantu, el año nuevo mapuche, y representa el renacimiento de la naturaleza. Es una época de celebración y reflexión sobre el ciclo de la vida”.
Investigaciones y proyectos relacionados
En tanto, el profesor César Fuentes, ofrece una visión de los estudios actuales relacionados con el solsticio. “En el CATA, tenemos un área dedicada a Exoplanetas y Astrobiología. Aunque no estudiamos directamente las estaciones en la Tierra, estamos comenzando a explorar el clima en otros planetas que presentan características aún más extrañas, como aquellos donde un lado es siempre de día y el otro siempre de noche. Estos estudios nos ayudan a comprender mejor las dinámicas climáticas y las estaciones, no solo en la Tierra, sino en el universo en general”, dice el académico de la Universidad de Chile.
En tanto, para los aficionados a la astronomía y el público general, el profesor Fuentes sugiere observar el cielo durante el solsticio: “Es un momento ideal para ver la Vía Láctea y otros cuerpos celestes. Recomiendo a todos levantarse temprano o quedarse hasta tarde para observar el cielo, ya que los cambios en la posición del Sol y las estrellas son mucho más evidentes durante esta época”.
Una época de observación y descubrimiento
La divulgadora del DAS, Bernardita Ried, añade que el solsticio de invierno es una época especialmente buena para la observación astronómica debido a las noches más largas: “Es un momento perfecto para observar objetos celestes que normalmente no podemos ver durante el resto del año. Además, al estar en el hemisferio sur, tenemos la ventaja de poder observar la Vía Láctea en su máximo esplendor”, dice desde el Instituto Kavli de Astrofísica y Cosmología de Partículas (KIPAC), Estados Unidos, donde cursa su doctorado.
Además, José Utreras también destaca los proyectos de investigación en curso en el CATA: “Aunque no estudiamos directamente el solsticio, nuestras investigaciones sobre exoplanetas y astrobiología nos ayudan a comprender mejor el clima y las estaciones en otros planetas. Esto, a su vez, nos proporciona información valiosa sobre la Tierra y sus ciclos”.
Actividades del We Tripantu o Nuevo Ciclo Indígena
Unidades de la Universidad de Chile también han preparado actividades especiales para celebrar este nuevo ciclo que comienza:
– Taller «Creación de Chapetu»: Diseña tu propia joya con significado histórico y aprende sobre su importancia y evolución. Viernes 28 de junio en María Guerrero 940, Providencia, Centro de Información y Servicios Estudiantiles (CIS). Inscripciones aquí.
– Rogativa: Conmemoración Nuevo Ciclo Indígena 2024: Únete a la celebración organizada por la Subdirección de Pueblos Indígenas DDG-FCFM, junto con Biblioteca Central FCFM, el miércoles 26 de junio desde las 12:00 a las 14:30 hrs. en el patio 850 del Campus Beauchef. Participa en la rogativa, juego de palín y degustación de comidas tradicionales. Más detalles aquí.
Estas actividades, por una parte, celebran el solsticio de invierno y por otra, ofrecen una oportunidad para conectarse con la naturaleza y las antiguas tradiciones que han dado forma a nuestra comprensión del cosmos y la vida en la Tierra.
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