La reconocida académica y expresidenta de la Asociación Americana de Psicología (APA) visitó nuestro país para participar en el seminario «Colaboración, Comunicación, Pensamiento Crítico y Creatividad: Construyendo la Escuela para el Siglo 21», organizado por la Universidad de Chile. Halpern destacó la importancia de integrar el pensamiento crítico en todos los niveles educativos, subrayando su relevancia para una democracia sólida y una ciudadanía informada. También habló sobre la necesidad de equilibrar la enseñanza tradicional con enfoques innovadores que fomenten la creatividad y las habilidades críticas, esenciales en el siglo XXI.
Por Carolina Aliaga
Fotografías: Alejandra Fuenzalida
Diane Halpern, psicóloga de la University of Pennsylvania y doctora de la Universidad de Cincinnati, es una experta reconocida internacionalmente en la educación para el pensamiento crítico, los estudios de género y las ciencias del aprendizaje. Su vasta trayectoria incluye haber sido presidenta de la Asociación Americana de Psicologia (APA), la Asociación de Psicología Occidental y la Sociedad para la Enseñanza de la Psicología. Es, además, decana emérita de Ciencias Sociales en las Escuelas Minerva del Keck Graduate Institute y profesora emérita de Psicología en Claremont McKenna College.
La autora de más de una docena de libros, entre ellos «Thought and Knowledge: An Introduction to Critical Thinking» (Pensamiento y conocimiento: una introducción al pensamiento crítico) y «Women at the Top: Powerful Leaders Tell Us How to Combine Work and Family» (Mujeres en la cima: Líderes poderosas nos dicen cómo combinar trabajo y familia), visitó nuestro país para participar como conferencista principal en el seminario «Colaboración, Comunicación, Pensamiento Crítico y Creatividad: Construyendo la Escuela para el Siglo 21». Este evento, organizado por la iniciativa ARPA del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) y el Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile, busca fortalecer habilidades esenciales en la educación del siglo XXI.
¿Es su primera vez en Chile? ¿Qué le ha parecido nuestro país?
Sí, es mi primera vez aquí y estoy muy feliz de estar en Chile. Aunque no he visto mucho, he aprendido bastante en la preparación para esta visita y estoy impresionada por la fortaleza de su democracia y la importancia que se le da a la educación como parte de ella.
¿Qué piensa sobre el seminario y su participación en él?
Fui contactada por los organizadores y, cuando entendí de qué se trataba el proyecto ARPA, me emocioné mucho. Soy una psicóloga cognitiva y ver cómo esta iniciativa promueve el aprendizaje cooperativo y la resolución de problemas en grupo me parece increíblemente beneficioso. Estoy encantada de ser parte de esto y de ver todo lo que se está logrando aquí.
Su trabajo sobre el pensamiento crítico ha sido muy influyente ¿Cómo ve la integración de estas habilidades en los currículos educativos de la próxima década?
El pensamiento crítico es primordial. No podemos tener una ciudadanía informada y votantes capaces sin habilidades de pensamiento crítico. Estas habilidades se pueden incorporar a todos los niveles educativos de manera apropiada para cada edad. Necesitamos enseñar a las personas a identificar y evaluar la información críticamente, y esto debe practicarse con retroalimentación constante. Podemos enseñar a las personas a pensar mejor.
¿Cuáles son las habilidades más críticas que las personas deben desarrollar para prosperar en el siglo XXI?
Las habilidades más difíciles suelen parecer las más simples, como entender que correlación no implica causalidad. A menudo escuchamos afirmaciones sin cuestionarlas críticamente. Necesitamos habilidades para reconocer y cuestionar estas conexiones falsas y, para esto, el pensamiento crítico es esencial.
En su investigación sobre estudios de género, ¿cuáles han sido algunos de los hallazgos más sorprendentes sobre las diferencias cognitivas entre sexos?
El número de mujeres en campos de matemáticas y ciencias ha aumentado, aunque lentamente. Podemos reclutar a mujeres talentosas si las inspiramos adecuadamente y cambiamos la forma en que enseñamos. También me preocupa la falta de hombres en áreas como la psicología clínica y la educación infantil, donde su presencia es vital para ofrecer modelos a seguir positivos tanto para niñas como para niños.
Con los rápidos avances tecnológicos, ¿pueden los educadores equilibrar efectivamente la enseñanza de conocimientos fundamentales con enfoques innovadores para fomentar la creatividad y el pensamiento crítico?
Sí, aunque es un desafío. La tecnología puede ser una gran herramienta, pero necesitamos preparar a nuestros estudiantes con habilidades que no puedan ser fácilmente automatizadas, como la interacción humana, la resolución de problemas novedosos y el pensamiento crítico. Estas habilidades son la mejor preparación para un futuro dominado por la tecnología.
Como experta en ciencias del aprendizaje, ¿qué estrategias recomendaría a los educadores en Chile?
Las mismas que recomendaría en cualquier parte del mundo: aprendizaje cooperativo, cuestionamiento directo y un enfoque en la comprensión profunda más que en la memorización superficial. Necesitamos que los estudiantes realmente entiendan y puedan aplicar lo que aprenden.
En sus roles de liderazgo dentro de asociaciones de psicología, ¿cuáles cree que son los principales desafíos y oportunidades que enfrenta la psicología hoy?
Uno de los mayores desafíos es la falta de entendimiento y tratamiento adecuado para muchos trastornos mentales. A pesar de tener gran éxito con algunos problemas como la depresión, necesitamos convencer al público de que la terapia puede ser efectiva y eliminar el estigma asociado. Esto podría ayudar a abordar la crisis de salud mental que enfrentamos globalmente.