Columna de Denise Schlesinger | 30º Aniversario del Atentado a la AMIA: Un compromiso con la memoria

Exactamente a las 09:53 del 18 de julio de 1994, un auto cargado con explosivos hizo estallar el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en el corazón de Buenos Aires. 85 personas fallecieron en ese momento o a consecuencia de la explosión, más de 300 resultaron heridas de diversa gravedad. Familias completas fueron destrozadas.

El atentado a la AMIA es el atentado más mortífero perpetrado en América Latina. Las víctimas no fueron solo judías, trabajadores de la AMIA o argentinas. Ese día fueron asesinados niños que se encontraban cerca -era el primer día de las vacaciones de invierno-, personas que iban pasando y gente que vivía en las inmediaciones del edificio. Las víctimas eran de distintas nacionalidades, incluyendo dos chilenos.

Al día siguiente del atentado, en Panamá, el vuelo 00901 de Alas Chiricanas explotó poco después de su despegue, matando a todos sus ocupantes: 21 personas.

Luego de años de investigaciones, ambos atentados han sido atribuidos al grupo armado terrorista libanés Hezbollah, con financiamiento directo del gobierno iraní. A pesar de las contundentes pruebas que existen, ninguno de los criminales responsables ha sido juzgado por un tribunal nacional o internacional.

A veces, desde América Latina, y también en Chile, existe la sensación de que el terrorismo es algo lejano, que afecta a otros en lugares tan lejanos y exóticos como Asia, Medio Oriente o África. La realidad, sin embargo, es que en un mundo globalizado el terrorismo también lo es. Es conocido que en la Triple Frontera Hezbollah mantiene operaciones desde hace años y que en los últimos meses la policía brasileña ha desbaratado varios planes de atentados de milicianos del grupo terrorista Hamás. La influencia iraní en Venezuela y en Bolivia debería ser un signo de alerta para la región, pues sabemos que el régimen de los ayatollahs no distingue nacionalidades, credos ni afinidades políticas al momento de cometer crímenes, con la certeza de que, tal como hace 30 años, nadie los hará pagar por ello.

Será positivo que Chile se una a la lucha y persecución contra el terrorismo global iraní y al llamado a que se haga justicia para las víctimas de la AMIA y sus familias.

LA OPINIÓN DE LA AUTORA NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN

Denise Schlesinger – Cientista Político, Universidad Diego Portales, con experiencia en estudios de Relaciones Internacionales e integración comercial –análisis de TLCs y otros acuerdos comerciales. Desarrollo profesional como cientista político en el área de asuntos corporativos y lobby para empresas.

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