Destacada investigadora chilena estudia la diversidad bacteriana para combatir la resistencia antibiótica

La Dra. Beatriz Cámara, investigadora del Centro de Biotecnología «Dr. Daniel Alkalay Lowitt», lleva más de diez años caracterizando a estos microorganismos presentes en sedimentos marinos en Valparaíso para encontrar una solución a este problema.

Más de 450 bacterias de las costas de Valparaíso ha aislado junto a su equipo la Dra. Beatriz Cámara de la Universidad Técnica Federico Santa María con el objetivo de buscar nuevos compuestos para desarrollar antibióticos más efectivos.
La investigadora del Centro de Biotecnología «Dr. Daniel Alkalay Lowitt» de la USM, comentó que están estudiando la cepa del género «Streptomyces» y que los sistemas microbiológicos pueden dar muchas respuestas para el futuro de la innovación y la tecnología.
Respecto al escalamiento de su investigación, Cámara explicó que «se hace una caracterización acabada de la bacteria y sus componentes en diferentes medios de cultivo. Para ello, empleamos una serie de técnicas que nos permiten comprender la diversidad química que produce la bacteria. Nos interesa encontrar las condiciones experimentales donde la bacteria produce el compuesto bioactivo en mayor cantidad. Pero es muy desafiante, por lo que nos apoyamos con las rutas genéticas que encontramos en el genoma de la bacteria. Es como buscar una aguja en un pajar gigante. Esto nos obliga a crear estrategias de priorización».
Sobre el equipo de trabajo, la investigadora indicó que en la USM se ha avanzado a través de estrategias con diferentes profesionales del área STEAM ((ciencias, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas), lo cual ha permitido «emplear técnicas más eficientes para estas caracterizaciones propias de la ingeniería genética, donde mutamos las bacterias para poder producir más compuestos, es decir, estamos probando ciertos genes para generar más antivirus».
Aportes
El trabajo de la Dra. Beatriz Cámara ha sido un gran aporte, no solo por sus más de treinta artículos científicos, sino también por fomentar la preservación de los mares como un tesoro microbiano. De igual manera, ha formado un equipo altamente especializado donde «hay estudiantes que se han convertido en profesionales y han trabajado hace 10 años conmigo, haciendo el pregrado, el doctorado o el postdoctorado. Hemos podido evolucionar y aprender juntas generando una masa crítica única a nivel nacional, e incluso, internacional», explicó.
Respecto de la participación de mujeres en este sector, la investigadora señaló que se caracteriza por tener alta representación. «Ahora hay más jefas, antes era un nicho más pequeño. Una de mis exalumnas, la Dra. Valentina González, se convirtió en académica de nuestra sede en Viña del Mar. Es muy gratificante haber sido parte de su formación, es un orgullo ver el camino que ha recorrido y donde ha llegado».