El brasileño Cícero Moraes colocó una tela sobre un cuerpo para reproducir el sudario. La reproducción pasada a un plano 2D mostró una «imagen distorsionada y significativamente más robusta».
El sudario de Turín probablemente no fue utilizado para envolver el cuerpo de Jesucristo después de morir, como algunos creen, sugiere un reciente estudio realizado por el brasileño Cícero Moraes, especializado en reconstrucción digital 3D.
El lienzo contiene la imagen de un hombre que presenta marcas y heridas similares a las causadas por una crucifixión, lo que hace creer a muchos que perteneció a Jesús. Sin embargo, Moraes afirma que la impresión de la legendaria tela no podría haber sido hecha por un cuerpo humano tridimensional, recoge la agencia noticiosa independiente Pen News.
Este experto, famoso por sus trabajos en reconstrucción facial forense, basa su suposición en una simulación virtual que construyó a partir de un ‘software’ de modelado 3D. Colocó una tela sobre un cuerpo para reproducir el sudario. La reproducción pasada a un plano 2D mostró una «imagen distorsionada y significativamente más robusta» que la de la ‘sábana santa’.
«Cuando envuelves un objeto 3D con una tela, y ese objeto deja un patrón como manchas de sangre, estas manchas generan una estructura más robusta y más deformada en relación con la fuente. Así que, a grandes rasgos, lo que vemos como resultado de la impresión de manchas de un cuerpo humano sería una versión más hinchada y distorsionada del mismo, no una imagen que parezca una fotocopia», explica Moraes.
Más cualidades artísticas que históricas
En su opinión, la impresión en el sudario solo podría haber sido producto de haber colocado la tela sobre un objeto de bajo relieve, como una talla de piedra poco profunda, que «no provocaría que la imagen se deformara». Esto, sustancialmente, se diferencia de la imagen que obtuvo Moraes, que quedó como si se hubiera estirado a lo largo, muy diferente de lo que muestra el sudario.
De este modo, Moraes cree que esta reliquia, una de las más sagradas y, al mismo tiempo, más controvertidas del cristianismo, pudo haber sido creado como una obra de arte para inspirar a los creyentes, pero duda que alguna vez haya tocado el cuerpo de Cristo. «Creo que la posibilidad de que esto haya sucedido es muy remota», afirma, recalcando que posee más cualidades artísticas que históricas.
«La gente generalmente se divide en dos bandos en los debates. Por un lado están los que piensan que se trata de un auténtico sudario de Jesucristo, y por otro los que piensan que es una falsificación. Pero me inclino por otro enfoque: que se trata de hecho de una obra de arte cristiano, que logró transmitir con mucho éxito el mensaje pretendido. Me parece más bien una obra iconográfica no verbal que ha cumplido con gran éxito el propósito del mensaje religioso que contiene», concluye.