La tragedia y la crisis humanitaria continúa en la Franja de Gaza, donde además de decenas de miles de niños muertos y heridos, también hay miles de menores de edad separados de sus padres.
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El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) advirtió que actualmente existen al menos 17.000 niños no están acompañados o están separados de sus padres en el enclave palestino, que ha sido atacado por Israel desde octubre del año pasado.
«La Unicef calcula que al menos 17.000 niños de la Franja de Gaza no están acompañados o están separados de sus familias. Cada uno, una historia desgarradora de pérdida y dolor», reveló Jonathan Crickx, jefe de comunicación del organismo para el Estado palestino.
El colaborador de la organización participó en una
rueda de prensa el 2 de febrero en el Palacio de las Naciones de Ginebra, desde donde explicó: «Esto corresponde al 1% de la población total desplazada: 1,7 millones de personas».
Crickx reveló que recientemente acudió a Gaza personalmente, donde conoció a muchos niños con
historias devastadoras que contar. Agregó que de los 12 niños que conoció o entrevistó, más de la mitad había perdido a un familiar en ese conflicto. Tres habían perdido por lo menos a uno de sus progenitores, de los cuales dos habían perdido tanto a su madre como a su padre.
«Razan, de 11 años, estaba con su familia en casa de su tío cuando fue bombardeada en las primeras semanas de la guerra. Perdió a casi todos los miembros de su familia. Su madre, su padre, su hermano y sus dos hermanas murieron. La pierna de Razan también resultó herida y tuvieron que amputársela. Tras la operación, la herida se infectó. Razan está ahora al cuidado de sus tíos, todos ellos desplazados a Rafah», relató el funcionario.
Derivado de estas pérdidas, agregó Crickx, la salud mental de los niños se ve gravemente afectada, pues presentan síntomas como niveles extremadamente altos de ansiedad persistente, pérdida de apetito, insomnio, tienen arrebatos emocionales o pánico cada vez que oyen los bombardeos.
El representante de la Unicef recalcó que es necesario un alto al fuego de inmediato para poder atender a estos niños traumatizados por la pérdida de familiares o de sus padres.
«La única forma de prestar este apoyo psicosocial y de salud mental a gran escala es con un alto el fuego. Antes de esta guerra, en 2022, el grupo de protección de la infancia dirigido por UNICEF proporcionó este apoyo a casi 100.000 niños. Ahora es posible aumentar la escala. Ya lo hemos hecho antes. Pero no es posible en las actuales condiciones humanitarias y de seguridad», agregó.
El pasado 18 de enero, Ted Chaiban, director ejecutivo adjunto de la Unicef, informó el resultado de su más reciente viaje a Gaza y aseguró que ese es el lugar más peligroso del mundo para ser niño en el mundo y que la operación realizada por Israel es una guerra contra los niños.
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«Desde mi última visita, la situación ha pasado de catastrófica a casi colapsada. Unicef ha descrito la Franja de Gaza como el lugar más peligroso del mundo para ser niño. Hemos dicho que es una guerra contra los niños. Pero estas verdades no parecen calar. De las casi 25.000 personas que, según los informes, han muerto en la Franja de Gaza desde la escalada de las hostilidades, hasta el 70% son
mujeres y niños. La matanza de niños debe cesar inmediatamente», dijo Chaiban.
