Un reciente estudio alerta sobre una Luna inquieta que está experimentando «terremotos lunares», algunos de los cuales pueden ser relativamente grandes, y podrían amenazar futuras exploraciones.
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Nuestra Luna lleva cientos de millones de años encogiéndose. Esto podría convertirse en un problema para un posible emplazamiento que la NASA estaba considerando para una futura misión tripulada a la Luna. Se cree que esta área tiene depósitos de agua que podrían sustentar la vida, pero según el nuevo estudio, la zona se vio afectada por la actividad sísmica.
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De acuerdo con el trabajo publicado en la revista Planetary Science Journal, una zona cercana al polo sur lunar podría estar afectada por esta actividad sísmica o terremotos lunares.
«Un concepto que creo que tienen muchas personas es que la Luna es un cuerpo geológicamente muerto, que algo en la Luna nunca cambia. [Pero] la Luna es un cuerpo sísmicamente activo», afirmó Tom Watters, científico emérito del Centro de Estudios Terrestres y Planetarios en el Museo Nacional del Aire y el Espacio (EEUU) y autor principal del estudio.
En los últimos cientos de millones de años, la Tierra encogió unos 45 metros de diámetro. Esto es el resultado del enfriamiento natural de su núcleo fundido, así como del ejercicio de las fuerzas de marea de la Tierra. Al enfriarse el interior de la Luna, su superficie se contrae y cambia para adaptarse a su nuevo volumen. Este proceso de contracción también da lugar a las crestas conocidas como fallas de cabalgamiento, formadas por la corteza presionada.
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Utilizando datos de la sonda LRO (orbitador de reconocimiento lunar, por las siglas en inglés) de la NASA, que fue lanzado por primera vez en 2009, los autores del estudio descubrieron que una zona de la región polar sur sufrió el impacto de uno de los sismos más fuertes registrados por los sismómetros que se dejaron allí durante el Programa Apolo de la NASA.
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La noticia de este estudio es significativa porque la Luna se convirtió en el escenario de una carrera espacial internacional, especialmente desde que el módulo de desembarco Chandrayaan-3 de la India realizó un alunizaje exitoso en agosto. Los científicos creen que se puede encontrar hielo en los grandes cráteres de la región del polo sur de la Luna, que está permanentemente oculta en una sombra fría. Y la NASA tiene previsto aterrizar con su misión Artemis III en una zona de esta región como muy pronto a finales de 2026.
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«Nuestro modelo sugiere que los terremotos lunares poco profundos capaces de producir fuertes temblores de tierra en la región polar sur son posibles a partir de eventos de deslizamiento en fallas existentes o la formación de nuevas fallas de cabalgamiento», informó Watters.
«La distribución global de las fallas de cabalgamiento jóvenes, su potencial de actividad y la posibilidad de que se formen nuevas fallas de cabalgamiento debido a la contracción global en curso deben tenerse en cuenta a la hora de planificar la ubicación y la estabilidad de los puestos de avanzada permanentes en la Luna», añadió.
«No se trata de disuadir a nadie de explorar el polo sur de la Luna, sino de asegurarse de que se entiende que no es un ambiente benigno», concluyó.