Los esfuerzos de la coalición liderada por Estados Unidos para frustrar los ataques hutíes contra el transporte marítimo vinculado a Israel en el Golfo de Adén han sido respaldados recientemente por Alemania, que desplegó uno de sus buques de guerra, la fragata Hessen, para ayudar a los esfuerzos de Washington.
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El despliegue de la fragata se produjo como parte de una «operación en toda la UE que incluye también a otros países», dijo Nikolas Kosmatopoulos, profesor asistente de políticas públicas y asuntos internacionales en la Universidad Americana de Beirut.
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«Sé que mi país, Grecia, también envió fragatas hace solo unos días. Por lo tanto, se trata de una escalada importante. Esta es una escalada importante muy peligrosa», dijo a Sputnik. «[Es] una decisión tomada por la UE para interferir en el conflicto que se ha estado librando en el Mar de Adén y la costa de Yemen».
Según Kosmatopoulos, se trata de un «acontecimiento muy preocupante», ya que la decisión de la Unión Europea de unirse a Estados Unidos conflicto con los hutíes conduce a una «militarización extrema de las aguas» en la región, por no hablar de que la UE se convierte en una «parte de la guerra regional que se libra en Israel-Palestina».
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También sugirió que es difícil saber si el despliegue del Hesse se produjo como resultado de la presión de Estados Unidos sobre Alemania o como parte de un esfuerzo de la UE para Desbloquear la vía fluvial en cuestión.
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Por un lado, señaló Kosmatopoulos, Estados Unidos busca que otros miembros de la OTAN «compartan las cargas de la seguridad colectiva bajo la alianza de la OTAN», incluidos todos los costos y riesgos asociados.
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Por otro lado, «la actual gobernanza europea y el actual liderazgo europeo parecen ir voluntariamente en esta dirección».
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«Lo vimos también en el caso del conflicto entre Ucrania y Rusia que ha sido un frente más o menos unificado, un frente consolidado que dificulta decidir si es solo la presión de Estados Unidos o también es una decisión colectiva de Occidente para cerrar filas y mostrar fuerza en múltiples frentes», dijo Kosmatopoulos.
En cuanto a la razón por la que Estados Unidos busca arrastrar a más de sus aliados de la OTAN a la confrontación con los hutíes, el académico postuló que Washington «quiere compartir la responsabilidad, quiere hacer que otros participen en esto, quiere que se ensucien las manos y muestren lo que tienen», tal como lo hicieron al obligar a las naciones europeas a respaldar a Kiev.
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La consiguiente escalada en Oriente Medio, razonó, «permite a Estados Unidos y sus aliados pedir un compromiso cada vez más intenso que también podría significar una acción militar activa contra los Ansar Alá y los hutíes en Yemen», ya que Occidente busca «restablecer su hegemonía».
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«Tal vez el fiasco de Ucrania hizo necesario tener la victoria en otro lugar», dijo Kosmatopoulos. «Espero que esto no se entienda como un juego de suma cero en las élites occidentales. Pero podría parecerlo desde el principio. Entonces, en ese caso, nos espera un estallido regional, si no más grande que eso. Y este es un desarrollo extremadamente preocupante».