- Ambas académicas de la Facultad de Medicina UCSC explicaron que el cambio climático favorece la propagación del mosquito Aedes Aegypti.
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El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes Aegypti. Este mosquito también es vector de otros virus que causan enfermedades graves como el zika, la fiebre amarilla y la fiebre chikungunya.
Brasil, Argentina y Paraguay son los países que concentran una gran cantidad de casos producto a la rápida propagación del mosquito que se debe principalmente al cambio climático.
Tania Grant, médico veterinario y miembro del grupo Prosalud de la Facultad de Medicina UCSC, señaló que “el mosquito está presente en el continente por las condiciones climáticas tropicales y subtropicales que le permiten su asentamiento y reproducción. Algunos factores como el fenómeno del niño y el cambio climático que ha generado intensas y cortas lluvias y alzas en las temperaturas que han potenciado las condiciones ideales para favorecer el desarrollo de este mosquito con el riesgo que pueda parecer en lugares donde antes no se encontraba”.
En la misma línea, Ximena Ocampo, bioquímica y académica de la Facultad de Medicina UCSC, indicó que “el dengue es considerada una enfermedad tropical, no obstante, como consecuencia del cambio climático a nivel global y su impacto en el aumento en las temperaturas, es posible encontrar condiciones favorables para la propagación del mosquito en zonas geográficas del cono sur”.
“Esto permite un desplazamiento del vector que propaga el virus que produce esta enfermedad a otras latitudes donde se presentaban brotes esporádicos y las cifras de casos de dengue era muy inferior a las que se observan actualmente”, enfatizó la bioquímica.
Chile no se queda atrás con los contagios. De acuerdo con el último Boletín Epidemiológico de Arbovirus, Chile registra 115 casos importados (contagios que se notificaron en el país, pero se contagiaron en otro país) y 25 casos autóctonos (cuando el mosquito pica en el mismo país).
Los casos autóctonos en el país se concentran en Isla de Pascua, no obstante, la presencia del mosquito ha sido detectada en la zona norte donde actualmente se mantiene alerta sanitaria.
“La probabilidad de que en Chile continental se generen casos autóctonos si existe está directamente relacionado con el establecimiento de la presencia del mosquito a nivel territorial y el aumento de casos importados de dengue, que constituyen una fuente de infección con el virus”, expresó Ocampo.
En tanto, Grant complementó que “es una posibilidad, que con el tiempo pueden también aparecer casos autóctonos en esas áreas que presentan el riesgo por la presencia del mosquito Aedes Aegypti. Es por esto por lo que es muy importante potenciar una vigilancia activa en todo el país y mantener informada a la población de esta enfermedad”.
Recomendaciones
En el caso de sufrir la picadura del mosquito, Grant destacó que “es necesario mantener algunas señales de alerta, ya que los síntomas pueden aparecer entre 4 a 10 días después de la picadura del mosquito infectado con el virus”.
Los síntomas son variables y pueden ser desde leves a graves dependiendo de cada individuo y su condición inmunológica. “Suele existir fiebre elevada, cercana a los 40 grados acompañada síntomas como exantema (aparición de manchas rojas), dolor de cabeza y musculares, vómitos, náuseas, fatiga”, sostuvo Ocampo.
“También puede presentarse sangrado de mucosas que corresponde a la forma hemorrágica, que representa la forma más grave de la enfermedad, además acumulación de líquido a nivel pulmonar y dificultad para respirar. Se ha observado que los síntomas más complejos aparecen una vez la fiebre comienza a descender, de allí la importancia de monitorear los síntomas”, adicionó Ocampo.
Reconociendo estos síntomas y con el antecedente de haber estado expuesto a la picadura del mosquito en alguna zona endémica, la persona debe consultar al médico rápidamente y así evitar las complicaciones.
Detección oportuna
Contar con un diagnóstico clínico oportuno que permita el seguimiento de los síntomas es clave para prevenir complicaciones o agravamiento de esta enfermedad. Especialmente, si se sospecha por sintomatología o porque se ha viajado recientemente a zonas afectadas donde existe presencia del vector y por lo tanto se ha estado expuesto a su picadura.
“Al no contar con un tratamiento específico para el dengue es importante el monitoreo de los síntomas y acudir a un centro de salud para recibir cuidados oportunos y especializados con el fin de reducir el riesgo de mortalidad”, sentenció Ocampos.
El mosquito puede infectarse al picar a un enfermo, sintomático o asintomático, y adquirir de esta forma el virus de por vida quedando con potencial para transmitirlo a personas sanas por picadura.
“De allí la importancia tanto de la detección oportuna de casos de la enfermedad como de la implementación de medidas y acciones sanitarias enfocadas en la contención y eliminación de este vector y de sus fuentes de propagación, especialmente recipientes o contenedores de agua dulce retenida donde el mosquito anida y completa su ciclo biológico. Al interrumpir el ciclo replicativo, se interrumpe también la cadena de transmisión de esta enfermedad y por ende se reducen las probabilidades de que se desarrollen casos autóctonos”, cerró Ocampos.