Un inmigrante eritreo que fue encarcelado en el Reino Unido en 2014 por violar a una adolescente británica no será deportado a su país de origen porque asegura que eso dañaría su salud mental, informan medios locales.
El individuo debía haber sido expulsado hace diez años, pero apeló alegando que no podía recibir tratamiento por depresión o trastorno de estrés postraumático en su país natal, Eritrea.
Su apelación fue confirmada en marzo después de que un médico testigo afirmara que es probable que se suicide si regresa a la nación africana. Además, en Eritrea podría enfrentarse a un castigo adicional por haber evadido el servicio militar huyendo al Reino Unido cuando era joven.
Se le concedió el permiso para quedarse a pesar de que un informe de seguridad determinara que representa un riesgo ‘medio’ para la sociedad. El Ministerio de Asuntos Interiores se negó a revelar el nombre del violador por «razones legales».
«Este hombre cometió un delito grave y no debería estar cerca de este país«, criticó el diputado Nigel Mills. «Si le preocupaba perder el tratamiento de salud mental o ser arrestado por huir del servicio militar obligatorio, debería haberlo pensado antes de cometer el delito», agregó.
«Esta decisión es otra señal de que el sistema de tribunales está profundamente desconectado del resto de Gran Bretaña», resumió Mills.
La noticia tiene lugar días después de que otro inmigrante africano, cuya deportación del Reino Unido fracasó en varias ocasiones, se declarara culpable de haber violado a una adolescente de 15 años.