El Gobierno argentino redujo los impuestos a exportaciones en un 25% para distintos tipos de carne (bovina, aviar, entre otras) con el objetivo de darle mayor competitividad al sector, según un decreto publicado en el Boletín Oficial.
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También eliminó derechos de exportación para productos de la carne bovina y porcina, así como de los lácteos. El impuesto para la carne bovina queda en 6,75% desde el 9% previo, mientras que para la porcina será de 3,75%, desde el 5% anterior.
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«Estas disposiciones, que se enmarcan en un proceso más amplio de desregulación, baja de aranceles a insumos agrícolas, apertura de mercados internacionales y simplificación de trámites en el control comercial, apuntan a seguir quitando el peso del Estado de los hombros de la producción agropecuaria, responsable de 1,2 millones de empleos y del 63% del total exportado por la Argentina», informó el Ministerio de Economía en un comunicado.
La cartera añadió que en 2023, el 25% de los derechos de exportación que tributaron las cadenas beneficiadas superó los 70 millones de dólares.
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Las modificaciones tuvieron lugar «para promover las ventas a mercados externos, mejorar el nivel de ingresos de los productores y elaboradores, favoreciendo la inserción en los mercados internacionales», según el decreto.
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Argentina es uno de los principales productores de carne bovina del mundo. Las medidas habían sido prometidas al sector por el presidente ultraderechista Javier Milei durante la campaña que lo llevó a la Casa Rosada.
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