Mauricio Acevedo, presidente Fenatrafar: «Salcobrand no se hace responsable de la seguridad» | Video

Dos robos catalogados como turbazos se registraron la tarde de este martes, en farmacias de la cadena Salcobrand de La Cisterna, Región Metropolitana. La prensa informó solo de uno de los atracos, lo que no se supo es que después de asaltar el local de La Cisterna, la turba asaltó también otra farmacia ubicada a dos cuadras, en el paradero 25 de Gran Avenida, que ya había sido asaltada otra vez en menos de una semana.

Los auxiliares de farmacias denuncian que Salcobrand no se hace responsable de la seguridad e incluso son ellos quienes tienen que cumplir el rol de guardias, en algunas oportunidades, aludiendo a la polifuncionalidad que, a juicio de la empresa, los trabajadores deben realizar. No obstante, dichas prácticas son abusivas e ilegales, como ya han denunciado ante la Dirección del Trabajo.

Mauricio Acevedo, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de Farmacias y vocero de Conatracops, sostendrá reuniones con autoridades del Trabajo y Prevención del Delito, buscando que el gobierno incorpore la opinión de los trabajadores en las medidas a tomar, para mejorar la seguridad del Comercio. «Queremos que el gobierno escuche a los trabajadores y forme una mesa intersectorial para abordar el problema de la seguridad. Hay que fiscalizar y castigar a las empresas que transgreden los derechos laborales, no pueden exponer la vida de las personas, justificándose detrás de la polifuncionalidad; ellos deben invertir en seguridad, eso no lo puede hacer un auxiliar de farmacias, no es su rol y debe estar en manos de personal capacitado. Los trabajadores están estresados y superados psicológicamente por la situación», señaló.

Acevedo relató que con ayuda de autoridades logró cerrar el local de La Cisterna durante unos días, mientras se investiga, porque la empresa quería obligarlos a seguir atendiendo, pese a estar traumatizados por el asalto.

«Se trata de bandas conocidas por todo el comercio del sector, que actúan con total impunidad, asaltan sin cubrir sus rostros ni nada, porque saben que no hay guardias capaces de poner ninguna resistencia. Nuestro empleador nos ha obligado a realizar funciones de guardias, exponiéndonos a amenazas de muerte y a violencia, para lo cual no estamos preparados. Esa no es nuestra labor; nosotros vendemos medicamentos y asesoramos a los clientes y pacientes, esa es nuestra pega», señala un trabajador de Salcobrand que guarda su identidad por temor a represalias.

«Los asaltos de turbas se han vuelto pan de cada día en el Comercio, sobre todo, en el rubro de las farmacias. Grupos de personas entran corriendo y se llevan todo lo que pueden en bolsos, amenazan a los trabajadores que están totalmente expuestos. Tal vez la mercadería esté asegurada, pero la vida e integridad de los trabajadores está siendo vulnerada y las autoridades tienen que ayudarnos a exigirle a los empleadores de estos grandes conglomerados económicos a cumplir con la ley y sus obligaciones», destacó Acevedo.

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