Las autoridades británicas tienen un plan al respecto de la muerte de Larry, el gato que ha servido en la residencia del primer ministro desde 2011, escribe el periódico The Times.
El plan se llama Larry Bridges, en referencia irónica a los nombres en clave que se dan para proteger los detalles de los preparativos de los fallecimientos de los miembros de la familia real, señala el texto.
Las fotografías de Larry en Downing Street ya están listas para su publicación tras la posible noticia de su deceso. Se guardan en carpetas bloqueadas en los sistemas gubernamentales.
Un comunicado de prensa y material para las redes sociales también se consideran «listos para el triste día de su defunción», agrega el periódico.
Sin embargo, las fuentes del medio calman a la población. A pesar de su venerable edad de 17 años, el ratonero jefe de la sede del Gobierno británico «se encuentra bien actualmente».