Sr. Director:
Ante la crisis que enfrenta nuestro fútbol a nivel internacional( también nacional), creo que ha llegado el momento de valorar a nuestros directores técnicos de futbol, dándoles la oportunidad y la responsabilidad de asumir el mando de nuestra selección.» Más vale un diablo conocido que uno por conocer»
Un entrenador nacional tiene la posibilidad de ver y analizar in situ a los jugadores del medio local y de convocar al que esté en su mejor momento. Lo importante es dejarlo trabajar tranquilo, no crucificarlo y evitar el chaqueteo tan arraigado en nuestra sociedad.
Debemos dejar de alucinar con entrenadores foráneos que no siempre son tan idóneos como parecen y considerar que «no todo lo que brilla es oro».
Si San Expedito logra meternos en el mundial, eso sí que sería un milagro, ya que, como se están planteando los partidos, es casi una misión imposible.
Jorge Valenzuela Araya
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