Investigadores descubren un vínculo oculto en el misterioso sistema de codificación de los incas

Este hallazgo representa un gran avance para la comprensión del funcionamiento de los antiguos pueblos andinos, asegura la autora del descubrimiento.

Los incas no tenían un sistema de escritura, pero sí un impresionante sistema de codificación conocido como quipus, que consistía en conjuntos de cuerdas con nudos de diferentes colores. Estos misteriosos objetos han sido estudiados en numerosas ocasiones a lo largo de la historia. Ahora, una investigadora de la Universidad de Melbourne (Australia) ha realizado un increíble hallazgo sobre ellos.

El estudio realizado por Karen Thompson, cuyos resultados fueron publicados este mes en la revista Taylor & Francis, demostró que existen vínculos numéricos entre dos de estos objetos que fueron encontrados décadas atrás en el norte de Chile. La investigadora analizó la información del quipu más grande —el mayor encontrado hasta el momento—, que supera los cinco metros de largo y tiene más de 1.800 cuerdas, y otro de menor tamaño, compuesto por casi 600 cuerdas dispuestas de forma compleja. Ambos fueron registrados por primera vez en la década de 1970.

De acuerdo con Thompson, los dos quipus constan de cordones divisorios de color rojo y blanco para separar grupos de diez o siete. Mientras el quipu más grande cuenta con diez grupos que contienen siete cuerdas, el pequeño está dividido en siete conjuntos de diez.

Significado desconocido

Tras su análisis, la investigadora descubrió que el quipu pequeño es, en realidad, un resumen y una reasignación de la información expresada en el sistema de mayor tamaño. Es decir, ambos objetos registran los mismos datos, pero los representan de manera diferente.

Sin embargo, el significado que los incas asignaron a estos quipus sigue siendo desconocido. Thompson especula que el de cinco metros podría contener datos sobre la recolección de distintas cantidades de alimentos, mientras que el otro podría vincularse con su distribución dentro de la comunidad.

La autora de la investigación señaló que este hallazgo se alza como la conexión numérica más compleja descubierta hasta la fecha y representa un gran avance para la comprensión del funcionamiento de los antiguos pueblos andinos.