Instalada en lo que fuera el clásico teatro Grand Splendid, esta tienda de libros fue nuevamente seleccionada por un medio internacional como la más atractiva para turistas y locales, reforzando su valor cultural.
A pocos meses de cumplir 100 años de la inauguración de edificio que albergara originalmente la sala de espectáculos Grand Splendid, la librería más famosa de Buenos Aires fue seleccionada por la revista National Geographic como la más hermosa del mundo. En noviembre, el diario español ABC también la eligió como su favorita.
Ubicada en el barrio porteño de Recoleta sobre la avenida Santa Fe, uno de los corredores comerciales más importantes de la ciudad, el imponente edificio inaugurado en 1919 destaca por su fachada de estilo afrancesado que caracteriza gran parte del estilo arquitectónico de Buenos Aires.
Pero la verdadera magia comienza una vez que se atraviesa el lobby, que a simple vista y a excepción de las escalinatas laterales y el tubo de circulación abalconado, no difiere demasiado de cualquier librería comercial. Una vez dentro de lo que fuera la platea del cine-teatro, los visitantes, sean amantes de los libros o meros curiosos, se encuentran con un espectáculo que deslumbra.
Paredes y anaqueles cubiertos de miles de ejemplares, tres pisos de lo que fueran las tribunas con aún más secciones para recorrer y disfrutar, una sección subterránea especializada en libros infantiles y juveniles y música, espacios de lectura en los palcos preferenciales, una cafetería ubicada donde antes se encontraba el escenario y una imponente cúpula pintada son las principales atracciones de esta librería única.
Abierta recién como tienda de libros de la cadena Ateneo en el año 2000, se calcula que tiene aproximadamente 3.000 visitas por día y un stock de 120.000 ejemplares, volviéndolo además una de las más grandes de la ciudad.
«Tiene mucho más valor por el espacio en sí que como librería, para ser estrictos, pero es un lugar verdaderamente increíble. No soy amante del tango pero acá debutó Gardel, por ejemplo. Cuando desborda de gente puede ser caótico pero la gran mayoría viene a pasear y sacarse fotos y nunca la vas a ver vacía», contó a Sputnik Franco, quien trabajó como vendedor de libros en éste y otros locales y que aseguró que éste fue su favorito.
Si bien no se trata de una librería especializada y su afluencia de público la vuelve en ciertas épocas más un sitio turístico más que un espacio para los amantes de las letras, se trata sin duda de una baluarte cultural de la ciudad de Buenos Aires.
Fuente: Sputnik