La guerra comercial entre EEUU y China hace daño a las empresas occidentales, quienes están sufriendo una reducción de ingresos. Al mismo tiempo, los aranceles estadounidenses tampoco ayudan a disminuir el desequilibrio comercial entre los dos países.
Según las estadísticas aduaneras de China, en 2018, las exportaciones del país asiático a EEUU crecieron un 11,3%, mientras que las exportaciones de Estados Unidos a China se mantuvieron prácticamente sin cambios. Por lo tanto, como resultado de los aranceles estadounidenses aplicados a los productos chinos, el desequilibrio comercial entre los dos países no disminuyó, sino que, por el contrario, aumentó. El superávit comercial de China respecto a Estados Unidos en 2018 alcanzó más de 323.000 millones, un 17,2% más que el año anterior.
Mientras tanto, las compañías occidentales ya sienten los efectos secundarios negativos de la guerra comercial:
- Apple
El gigante de la tecnología reconoció a principios de enero que las ventas inesperadamente bajas en el mercado chino probablemente llevarían a unos ingresos peores de los previstos para el primer trimestre del año. En una carta pública, el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, señaló que la desaceleración de la economía china y el aumento de las tensiones comerciales con EEUU son las razones clave de la reducción de las previsiones de ventas.
- Autos
Los fabricantes occidentales de automóviles también se vieron afectados por el aumento de aranceles de 2018. Por primera vez en 20 años, las ventas de vehículos en China han caído. La reducción en toda la industria ha sido de un 6%. Mientras tanto, las ventas de autos estadounidenses en China han disminuido aún más. Así, durante la primera mitad de 2018, los chinos compraron 400.443 automóviles Ford, un 25% menos que durante el mismo periodo del año anterior, según los datos de la empresa, citados por Reuters.
- Artículos de lujo
Los fabricantes de artículos de lujo también se están quejando. Según la consultora Bain & Company, en 2017, los consumidores chinos cubrieron el 32% de todas las compras de bienes de lujo en el mundo. Pero en 2018, contrariamente a lo esperado, el consumo comenzó a caer. Como resultado, las acciones de casi todos los fabricantes de artículos de lujo bajaron. LVMH, Hermes, Burberry, Tiffany’s: todos se quejan de la disminución de las ventas en China y la caída de los precios de sus acciones, provocada además por la revisión de las expectativas de Apple, señala Bloomberg.
- Corporaciones financieras
Las corporaciones financieras tampoco son optimistas. De acuerdo con los documentos internos de Black Rock, citados por el diario South China Morning Post, la compañía tiene previsto despedir a 500 personas o el 3% de sus empleados en todo el mundo en las próximas semanas. La razón es la baja rentabilidad de la empresa debido a la volatilidad del mercado. AQR Capital Management está tomando medidas similares al anunciar una reducción a gran escala de la plantilla debido a un desempeño financiero deficiente en 2018.
- Turismo
En el campo del turismo, China también puede afectar significativamente a Estados Unidos. La cantidad de viajes reservados desde China a EEUU durante ocho meses de 2018 disminuyó un 8,4%, constata la agencia europea especializada en estudios de turismo ForwardKeys.
El presidente de EEUU, Donald Trump, insiste en que los aranceles estadounidenses están funcionando y amenaza con aumentarlas si China no hace concesiones en su política comercial e industrial y las partes no llegan a un acuerdo general.
No obstante, Pekín tiene un enorme mercado de consumidores y ocupa la mayor parte de la cadena de suministro global, por lo que el bumerán arancelario regresa y golpea a varias industrias de EEUU, comentó el científico de la Organización para el desarrollo y la cooperación en materia de interconexión energética Xiang Jun’yong.
«Ante todo, los productos agrícolas serán los primeros afectados. Además, China es el mayor mercado para muchas empresas, como Apple. Compañías de alta tecnología, de patentes, del sector de servicios, Intel, Qualcomm: pues, su futuro no es demasiado brillante», señaló en declaraciones.
La situación en el mercado de valores de Estados Unidos tampoco es alentadora, según el experto.
«Habrá consecuencias menos obvias para el mercado de valores, pero no menos graves. Se trata de un aumento de los precios al consumidor. China es el líder en el suministro de bienes de consumo a Estados Unidos y, en caso de un conflicto comercial grave, el índice de precios al consumo (IPC) en EEUU puede aumentar», advirtió.
«Personalmente yo no creo que las contradicciones comerciales entre China y EEUU puedan resolverse en poco tiempo. Debería ser un largo proceso de negociación y búsqueda de soluciones», prosiguió el analista chino.
Según Xiang Jun’yong, el gigante asiático aumenta continuamente su nivel de apertura hacia el mundo exterior, en particular al ampliar el acceso del capital extranjero a las finanzas.
El interlocutor de la agencia observó que en EEUU «hay muchos problemas».
«Se trata de la confrontación entre los dos partidos, que ahora se ha convertido en un cierre del Gobierno. Estados Unidos está tratando de ocultar muchos problemas internos con una guerra comercial. Pero, de hecho, a largo plazo, no es del interés de EEUU», concluyó.