La codeína y el tramadol forman parte de dos medicamentos conocidos por su efectividad para aliviar la tos y los dolores corporales, respectivamente. Sin embargo, durante los últimos años ha aumentado su consumo indebido a nivel mundial, principalmente por jóvenes que buscan alcanzar niveles de euforia, relax o satisfacción elevada, como parte del “carrete”.
Si bien, esta práctica se da principalmente en los movimientos culturales urbanos de Estados Unidos y países de Europa, Chile y puntualmente Arica no han estado exentos de esta realidad. No obstante, a nivel regional se la ha declarado la guerra por parte de la Autoridad Sanitaria y las farmacias.
Así lo dio a conocer la Seremi de Salud, Claudia Torrealba, quien constató en terreno cómo se ha ido implementado un innovador sistema de autorregulación de estos fármacos en nuestra ciudad.
“Como Autoridad Sanitaria, estamos supervisando el uso racional de medicamentos, especialmente aquellos que contienen codeína y tramadol, por cuanto su uso indebido tiene efectos adversos y adictivos. Es por eso que llamamos a la comunidad a tomar el peso de lo que esto significa, nunca automedicarse y siempre contar con la supervisión de un especialista”.
Gonzalo Ramos, jefe de la unidad de profesiones médicas y farmacia de la Seremi de Salud, dijo que “en Arica estamos muy sensibles respecto del uso indebido que se hace de algunos fármacos con fines recreacionales, especialmente en la población joven, ya que el consumo en altas cantidades de medicamentos formulados en base a codeína o tramadol pueden generar un problema de salud pública”.
Conscientes de esta problemática, a fines del año pasado la Seremi de Salud convocó a los representantes legales y químico farmacéuticos de las farmacias de la región para analizar la situación, lo que permitió implementar un procedimiento de control sobre el expendio de estos productos en las farmacias. En todas ellas actualmente exigen la presentación de receta médica, las que se inutilizan una vez realizado el expendio, registrando además todos los ingresos y salidas, asegurando de esta manera que estos medicamentos se despachen solo a personas que cuenten con la correspondiente receta médica.
Según explicó Lorena Ravanales, directora técnica de farmacia Simi (Baquedano), “hasta el año pasado muchos jóvenes, incluso vestidos con uniforme escolar, venían a solicitar medicamentos controlados, claramente con otras intenciones por cuanto no presentaban receta, una situación que se repetía en casi todas las farmacias. Es por eso que los químicos farmacéuticos nos pusimos de acuerdo para controlar la venta de manera rigurosa, exigiendo la receta y manteniendo el registro en un libro”.
Ana María Barbeito, presidente del colegio químico farmacéutico regional Arica, señaló que como gremio están muy comprometidos con esta causa, por lo que se ha exigido un mayor control de estos medicamentos como el tramadol y aquellos que contienen codeína. “El principal objetivo que tenemos es proteger la salud de la población, es por eso que esperamos también de parte de los clientes su comprensión”, sentenció.