«Queremos relevar la importancia que tiene la ratificación del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP) para el desarrollo del sector agrícola en Chile, este fue uno de los temas más comentados durante la última reunión y la conclusión es que como país, restarse de ser parte de un acuerdo de estas características sería un gran retroceso al trabajo desarrollado por el sector en los últimos 30 años». Así lo estipularon los participantes del Consejo Agroexportador, que de forma unánime entregaron su respaldo a la iniciativa que afronta su etapa decisiva en el Congreso.
La entidad de carácter público-privado reúne a la gran mayoría del sector exportador de alimentos de Chile y cuenta con la participación del Ministro de Agricultura, Antonio Walker; la Directora Nacional de ODEPA, María Emilia Undurraga; el Director General de la Director General de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON), Rodrigo Yáñez Benítez; y el Director de ProChile, Jorge O´Ryan, además del sector privado representado por la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), el Comité de Paltas de Chile A.G., la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile A.G (ASOEX), Chilealimentos, Exportadores de Carne de Chile, Vinos de Chile, Asociación de exportadores de productos lácteos, EXPORLAC Chile, la Federación Gremial Nacional de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta), la Sociedad Nacional de Pesca, Faenacar A.G., la Asociación de Productores de Aceite de Oliva A.G. y la Asociación de Productores y Exportadores de Nueces de Chile.
Además, los integrantes del Consejo señalaron que la no ratificación de CPTPP «sería desconocer que el desarrollo de nuestra agricultura depende en gran medida del acceso que tengan nuestros productos a los mercados internacionales. Es más, no ratificar este tratado se traduciría en dar una ventaja considerable a varios de nuestros competidores que sí tendrían el beneficio de este acuerdo y por lo tanto un acceso preferencial a un mercado que representa a más del 18% de la economía mundial. Por este motivo, para un país con sólo 18 millones de habitantes, el acceso a los mercados internacionales debe ser una prioridad ya que estamos convencidos de que es la mejor vía para lograr el desarrollo».
En ese sentido, el Ministerio de Agricultura, tiene la convicción de que la ratificación de este tratado será un paso necesario para continuar profundizando nuestras exportaciones silvoagropecuarias, igualando la cancha con nuestros competidores y permitiendo que los beneficios del acceso a mercados de mayor valor lleguen a cada uno de los participantes de la cadena y con especial énfasis a la población rural (…) los beneficios de este acuerdo llegarán principalmente a las regiones donde la actividad agrícola es central para sus economías y su gente. Tendremos mejoras en sectores como la carne y la leche, rubros muy sensibles y que han vivido complejas temporadas.
Así lo afirmó el Ministro de Agricultura, Antonio Walker, al señalar que «el CPTPP es fundamental para el desarrollo de la agricultura chilena, es un acuerdo entre 11 países como Australia y Nueva Zelandia, países que han hecho bien las cosas en materia agrícola, nombrar también a Japón, Canadá, México, Malasia, Vietnam, Singapur y Brunei, también se meten competidores nuestros como Perú, que ya es una competencia real (…) Chile no tiene ninguna posibilidad de desarrollar su agricultura si es que no abre las puertas al mundo y esto es una profundización de la apertura comercial que ha tenido en el último tiempo que no podemos parar porque siempre ha condiciones nuevas que negociar para entrar con las mejores ventajas comparativas a los mercados».
Respecto de la relación del CPTPP con el UPOV91 se explicó que «el CPTPP sólo requiere que los países hayan ratificado al UPOV91, situación que en el caso de Chile ocurrió en 2011 cuando el Congreso lo aprobó. Sin embargo, luego de la aprobación se requiere la implementación interna de este, lo que aún no ocurre en nuestro país».
Y es que durante seis años se ha trabajado de forma participativa con los distintos actores que incluyen a aquellos que están desarrollando nuevas variedades y las asociaciones de Agricultura Familiar para incluir en la legislación final las visiones de los diferentes grupos. Es en esta instancia donde se consensuó la elaboración de un registro de variedades tradicionales que no podrán ser patentadas, se permite en intercambio de semillas que se realiza de forma tradicional en distintas partes de nuestro país, enfatizando que UPOV91 actúa sobre variedades nuevas y distintas a todas las conocidas, entregando un marco para organismos públicos y privados que están investigando nuevas variedades que podrán avanzar en mejorar nuestra producción de alimentos como país.
«Nuestro sueño es incorporar a la Agricultura Familiar Campesina a los mercados internacionales a través de la asociatividad y estos mercados y estos acuerdos no están reservados sólo para los grandes, sino que también para los pequeños y medianos y por eso queremos que a través de la asociatividad hacer más grande el volumen para poder incorporarlos a los mercados y por eso es fundamental firmar estos tratados», concluyó Walker.