La hipótesis sobre la capacidad del sexo de tratar la fiebre del heno, una de las alergias más comunes en el mundo, es muy popular en internet e invade las redes, sobre todo en primavera, época de agravamiento de la enfermedad. ¿Cuán real es el efecto milagroso del coito para deshacerse de sus síntomas?
El periodista científico Peter Dockrill observa en su artículo para Science Alert que la fiebre del heno afecta a 60 millones de personas solo en EEUU.
«Aunque rara vez es peligrosa, a veces puede serlo, y para aquellos que experimentan estornudos, congestión, tos y picazón, también es muy difícil evitar los alérgenos que provocan la fiebre del heno, especialmente cuando los granos de polen se infiltran en el aire en los meses más cálidos», señala el especialista.
No obstante, Dockrill asegura que el sexo no es un remedio para esta enfermedad porque su efectividad para curar alergias no está demostrada, y lo califica como un «tratamiento ilusorio para un grave problema de salud».
De hecho, la fuente original de la sensacional ‘noticia’ es un artículo publicado en 2008 en Medical Hypotheses, revista realmente científica, pero que pone sobre la mesa hipótesis no totalmente comprobadas para promover ideas revolucionarias y novedosas en la medicina, observa el especialista.
La idea de aquel artículo era que las relaciones íntimas tienen un efecto similar en los vasos sanguíneos que los medicamentos para tratar alergias.
«Esta especulación hipotética no demostrada, rechazada posteriormente por una respuesta contraria en la misma revista solo unos meses más tarde, dio lugar a más de una década de titulares sobre ‘tratamientos sexuales de la fiebre del heno’, y aparentemente nunca morirá», afirma Dockrill.
El periodista resume que «el sexo hace muchas cosas increíbles en tu cuerpo, pero por lo que sabemos hasta el momento, ‘curar’ la fiebre del heno no es una de ellas».
Y a los que sufren alergia, Dockrill les recomienda que reduzcan su exposición a los alérgenos del polen y tomen los medicamentos prescritos por el médico.