Argentina atraviesa una severa crisis: recesión económica, inflación récord y devaluación de la moneda. La grave situación también se ve reflejada en la comida que no llega a la panza de los más chicos. Según un reciente estudio, en 2018 el 41,2% de los niños, niñas y adolescentes (4,7 millones) viven en condiciones extremadamente precarias.
por Socio informativo
Agencia de Noticias Sputnik
«En Argentina aumenta la tasa de inflación y se incrementa el nivel de pobreza por el hecho de que los sectores de menores ingresos dedican más de 80% de sus ingresos a la alimentación y transporte; y la alimentación ha aumentado por encima del nivel de incremento de inflación en el último año», explicó a Sputnik el economista argentino Jorge Castro.
El estudio ‘Pobreza, derechos e infancias en la Argentina (2010 — 2018)’ de la Universidad Católica Argentina, publicado en abril de 2019, revela que el aumento de la pobreza en el país «afecta de modo particular a las infancias» y se plasma «con crudeza» en el incremento de las privaciones alimenticias.
«La pobreza multidimensional afecta a seis de cada 10 niños, niñas y adolescentes que se encuentran privados en el ejercicio de al menos un derecho, y cuatro de ellos también son pobres en términos de los ingresos monetarios de sus hogares. La pobreza en la infancia se expresa de múltiples formas: carencias de recursos de los hogares y pobres estructuras de oportunidades para el desarrollo de capacidades», se explica en el informe.
La estadística surge de aquellos menores de edad que residen en zonas urbanas, que rondan los 11,7 millones en su totalidad. No obstante, si se suma a la población rural, el número aumenta hasta los 13,1 millones, y eso podría incluir una mayor cantidad de chicos pobres.
La «pobreza multidimensional» más extrema padecida por infantes y adolescentes subió de 37,1% hasta 41,2% en 2018, lo que significa que la cantidad de chicos en situación de extrema pobreza pasó de ser 4,1 millones a 4,7 millones en un solo año. Del total de niños que viven en zonas urbanas (11,7 millones) 63,4% no accede a algún servicio básico, como salud y educación.
El déficit en el acceso a los alimentos también se incrementó entre 2017 y 2018, pasó de 7,1% a 11,2%.
En otras palabras, hay casi cinco millones de chicos cuyos padres no tienen ingresos suficientes para vivir, están mal alimentados, duermen en casas sin agua potable o cloacas, tienen problemas para acceder a la educación y escaso nivel de atención sanitaria.
A su vez, la cantidad de infantes y adolescentes que viven en hogares que están por debajo de la línea de la pobreza llega al 51,7%, representando a 6,1 millones. Ello significa que en 2018 subió 7,7%. El porcentaje refleja que este es su punto más alto en el tramo que va desde 2010 hasta 2018, el único período que abarca el estudio.
Para paliar la crisis del país y ante las sucesivas protestas de la población empobrecida, el miércoles 17 de abril el presidente Mauricio Macri anunció medidas que van desde profundizar un esquema de controles de precios hasta congelar los polémicos aumentos de las tarifas de servicios públicos por seis meses.
Macri calificó el anuncio como «medidas para un alivio (…) para el corto plazo mientras lo de fondo funciona».
Sin embargo, según Castro, «el problema es que la situación se revierte en la medida en que la Argentina logre bajar la tasa de inflación, y esto solo puede ocurrir si se mantiene una estabilidad cambiaria mínima y comienza la recuperación de la economía del país como resultado de la producción agroalimentaria».
El Banco Central ha establecido un nuevo criterio para aumentar la venta de dólares en caso de que el precio del dólar en la Argentina supere la barrera de los 51 pesos por cada dólar. «Todavía no ha ocurrido pero podría ocurrir», advirtió Castro.
En este sentido, aseguró que «lo que hay en marcha ahora es una política destinada precisamente a disminuir y en lo posible eliminar la extrema volatilidad que tiene el tipo de cambio».
Respecto a la producción agroalimentaria señaló que también es «un proyecto en marcha», y recordó que la cosecha de trigo y cebada de enero de 2019 fue «récord», e implicó el ingreso de 4.600 millones de dólares al país. «La actual cosecha de grano es más grande de la historia del país, con 145 millones de toneladas, e implica el ingreso de 33.500 millones de dólares», agregó.