TALCAHUANO – Hasta el mismo lugar que las albergó luego del terremoto del año 2010, llegaron esta mañana 96 familias del sector El Morro en la comuna de Talcahuano, pero esta vez el ánimo era completamente diferente.
Sus rostros reflejaban la emoción y el alivio de estar allí para recibir las escrituras de sus departamentos y sentirse dueños de ese espacio donde han reconstruido sus vidas junto a sus familias.
La sorpresa de las familias fue aún mayor cuando comprobaron que el propio Presidente Sebastián Piñera estaba allí para entregarles las escrituras y para reconocer su fortaleza.
“Las familias damnificadas a pesar del dolor, de la angustia, nunca perdieron la fe. Yo los visité muchas veces en El Morro y veía el trabajo que hacían las familias, las dirigentes”, recordó el mandatario, quien además les pidió “cuando vuelvan a entrar a sus departamentos, párense un momento y reflexionen que van a iniciar una nueva vida, es el primer día de una nueva vida. Dejen afuera todo lo que no quieren”, fue la invitación que les hizo el Presidente.
La actividad contó con la presencia del ministro de Vivienda y Urbanismo Cristián Monckeberg, quien también expresó su satisfacción de compartir este momento con las familias. “Ha sido muy emocionante estar acá, ver cómo las familias ya tienen sus escrituras, son propietarias y podrán echar raíces en sus viviendas definitivas y dejar atrás la dura experiencia del terremoto”.
Las familias han estado lideradas por la dirigente Ana Véliz, quien junto con agradecer la compañía del Presidente Sebastián Piñera, el ministro Monckeberg, el intendente Sergio Giacaman, la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, el diputado Enrique Van Rysselberghe y el seremi de Vivienda y Urbanismo James Argo, tuvo palabras de especial gratitud para su directiva: “Creo que va siendo hora que nos pongamos de rodilla y demos gracias por lo que tenemos, que si lo ven de afuera tal vez no sea muy importante, pero para uno, créanme, una casa para uno…. Tú puedes pasar las necesidades que quieras, si no tienes para comer no importa, si no tienes para pagar el agua, no importa, pero tienes un techo y teniendo u techo está todo bien y por eso hay que darle gracias a Dios”.
Con sus escritas en mano las 96 familias podrán iniciar una nueva historia, más fortalecidas y con la certeza de estar viviendo en lo suyo para construir nuevos sueños.