Se robustecen las estadísticas regionales, dando respuesta a las principales necesidades de los usuarios a nivel local, entregando estadísticas básicas de calidad y con la mayor desagregación posible.
Con el objetivo de mejorar y robustecer las cifras regionales, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), después de un período de estudio que se inició a mediados de 2018, transformó al Indicador de Actividad Económica Regional (INACER) en un nuevo set de estadísticas sectoriales locales, iniciativa que se enmarca en el compromiso de la institución por generar cada vez mejor información estadística para el país y sus regiones. Las razones fundamentales para realizar esta innovación son dos: las limitaciones metodológicas que enfrenta la construcción del INACER y su baja correlación con la evolución efectiva de la actividad en cada región.
El nuevo repositorio estadístico dispondrá de datos oportunos, veraces, comparables y de alta calidad técnica, y contará con insumos provenientes de registros generados por el INE como por otras instituciones, propiciando así, además, el trabajo de integración de datos interinstitucional. Se trata de un sistema dinámico que se irá fortaleciendo en el tiempo, a partir de la construcción de nuevas series derivadas del proceso de detección de necesidades de información a través del Sistema Estadístico Regional (SER).
En línea con el proyecto institucional de «Actualización de Oferta Estadística», el INE ha trabajado en la construcción de este repositorio con estadísticas básicas sectoriales, lo que permitirá a los usuarios detectar los principales elementos que están influyendo en el comportamiento sectorial de corto plazo.
Beneficios del Cambio
El INACER fue desarrollado con el objetivo de estimar trimestralmente la evolución de la actividad regional y proporcionar a los usuarios un indicador agregado que diese cuenta de la dinámica local, con excepción de la Región Metropolitana que nunca fue incluida en el cálculo. Para su estimación se utilizaba un conjunto de fuentes de información provenientes tanto de canales públicos como privados y que, si bien poseían cobertura por región y actividad económica, no necesariamente eran estadísticamente representativas a ese nivel de desagregación.
La estimación oficial de la evolución de la actividad económica regional en Chile se obtiene del PIB regional que calculan las cuentas nacionales, y no del INACER, que más bien actuaba como un indicador complementario de corto plazo cuya ventaja se asumió era una mayor frecuencia de publicación.
No obstante, el hecho de que el INACER saliera con mayor periodicidad que las cuentas nacionales con desagregación regional, implicaba, en ciertas ocasiones, que no se alcanzaran a incluir indicadores sectoriales mensuales o trimestrales con representatividad regional o que se añadieran algunos con alta volatilidad, generando diferencias considerables con el PIB regional. De hecho, esto se evidencia con mucha nitidez en algunas regiones y varía según el año que se esté comparando. Esto llevó a que la capacidad del INACER de sintetizar la evolución de cada región no solo fuera limitada, sino que en no pocas oportunidades se alejara de forma considerable de la dinámica económica de regiones específicas.
Con el nuevo set de estadísticas que el INE pone a disposición de las regiones, éstas contarán con información sectorial desagregada, lo que facilitará a los distintos agentes tomadores de decisiones a focalizar de mejor forma las políticas públicas frente a una problemática económica presentada en un territorio específico.
Con el cambio se fortalecen las estadísticas regionales y se avanza en una verdadera respuesta a las principales necesidades de los usuarios a nivel local, entregando estadísticas básicas de calidad, con la mayor desagregación posible, y comparables a nivel nacional.