Glenn Greenwald y David Miranda se conocieron por casualidad en una playa de Río de Janeiro en 2005. Aún no imaginaban que juntos denunciarían el espionaje de EEUU y se convertirían en símbolo de la defensa de la democracia en Brasil.
por Socio Informativo
Agencia de Noticias Sputnik
El enfrentamiento entre el presidente de Brasil Jair Bolsonaro y el periodista Glenn Greenwald, uno de los fundadores del portal The Intercept, no termina y este lunes tuvo un nuevo episodio, cuando el mandatario reiteró que el comunicador debería revelar la fuente de los mensajes que demostraron manipulación política en el juicio a Luiz Inácio Lula da Silva.
En declaraciones recogidas por O Globo, Bolsonaro afirmó que detrás de la investigación hubo «transacciones pecuniarias» y que «la intención siempre es llegar al Lava Jato, o a Sergio Moro, a mí persona, intentar descalificar, desgastar».
«La invasión de un teléfono es un crimen, punto final. No se puede escudar en: ‘soy periodista’. Un periodista tiene que hacer su trabajo. Preservar la confidencialidad de la fuente, todo bien. Ahora, cuando hay un origen criminal, el tipo va a preservar el crimen, invadiendo la República, desgastando el nombre de Brasil, incluso afuera», agregó, sin nombrar a Greenwald.
«No es fácil pero espero que la Policía Federal llegue al final de este crimen practicado por estas personas», complementó el mandatario.
Si bien no lo nombró específicamente, las declaraciones del presidente refieren al fundador de The Intercept y su negativa a revelar la fuente que le facilitó decenas de chats de Telegram del ex juez y actual ministro de Justicia Sergio Moro y el fiscal general Deltan Dallagnol, a cargo de la investigación sobre presunta corrupción en torno a Petrobras y la constructora Odebrecht, que terminó con el encarcelamiento del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La presión de Bolsonaro sobre el periodismo comenzó días atrás, cuando amenazó a Greenwald con la posibilidad de que el estadounidense residente en Río de Janeiro tuviera que pasar un tiempo en prisión. Días antes, el propio Moro presentó modificaciones a la Ley de Migración que podían llegar a obligarlo a salir del país.
¿Quién es Greenwald y cómo llegó a Brasil?
Glenn Greenwald nació el 6 de marzo de 1967 en Nueva York, EEUU. De joven se decantó por el estudio de Derecho y logró trabajar en varios bufetes importantes de la ciudad, especializándose en derecho constitucional y derechos civiles.
Su vida comenzaría a cambiar en 2005, mientras se encontraba de vacaciones en Río de Janeiro. Un balón de voleibol lo golpeó sorpresivamente mientras disfrutaba un trago en la playa. El joven brasileño que lo había lanzado vino a ofrecerle disculpas pero Greenwald puso una condición para perdonarlo: una invitación a cenar.
Tres días después la pareja ya pasaba las horas en un departamento de la paradisíaca ciudad brasileña. El joven no era otro que su actual esposo y diputado David Miranda.
A pesar de las diferencias de sus orígenes —Miranda nació en la favela ‘Jacarezinho‘ y fue criado por una tía porque su madre, dedicada a la prostitución, falleció cuando era pequeño—, ambos consolidaron su pareja y pocos meses después contrajeron matrimonio. En 2017, adoptaron a dos niños brasileños, Joao Víctor y Jonathan.
Inesperadamente, la vida les trajo un involucramiento importante en la vida política de Brasil y EEUU. Greenwald dio vida al blog ‘Unclaimed Territory‘ (Territorio no reclamado) para centrarse en investigaciones periodísticas sobre las actividades de vigilancia de EEUU en el mundo. Hizo lo propio luego para la revista Salon y el diario británico The Guardian.
A fines de 2012, Greenwald fue contactado por el exanalista estadounidense de la CIA Edward Snowden, quien le entregó una serie de documentos clasificados sobre la vigilancia a ciudadanos estadounidenses que luego divulgaría The Guardian. En 2014, The Guardian obtuvo el Premio Pulitzer gracias a el trabajo de Greenwald.
Adotar crianças é uma coisa linda para qualquer um fazer. Mas isso não nos dá nenhuma vantagem legal, como Bolsonaro sugeriu repugnantemente. No entanto, significa que você não tem espaço quando faz uma viagem em família.😌 pic.twitter.com/GbcZdwfMp0
— Glenn Greenwald (@ggreenwald) July 28, 2019
Greenwald ya era famoso internacionalmente, aunque su actividad estaba mucho más centrada en EEUU que en Brasil. En 2014 fundó, junto a Laura Poitras y Jeremy Scahill, The Intercept, un sitio enfocado en divulgar casos de corrupción o vigilancia ilegal.
David Miranda, en tanto, también compromete al Gobierno de Bolsonaro desde otros ángulos. Después de graduarse como analista en marketing político, se afilió al Partido Socialismo y Libertad (PSol) y en 2019 pasó a ocupar una banca de diputado federal en sustitución de Jean Wyllys, otro activista LGTB que debió dejar su banca e irse de Brasil tras recibir amenazas de muerte.
Hoje não é dia de #tbt mas vale relembrar esse momento tão feliz e mais importante da nossa vida!
Oficialmente pais 🥰 @ggreenwald ❤ pic.twitter.com/cJ3AcNI8RC
— David Miranda (@davidmirandario) July 19, 2019
El ‘Vaza Jato’: Los chats divulgados por Greenwald
Este año Greenwald pasó a ser el hombre más incómodo para el Gobierno de Jair Bolsonaro. Desde comienzos de junio, The Intercept viene publicando mensajes entre Moro y Dallagnol, jefe del equipo de fiscales detrás de la causa. En los mensajes, se aprecia la intención de manipular la causa en perjuicio de Lula y evitar que el líder del Partido de los Trabajadores tuviera peso en las elecciones de 2018.
De las conversaciones filtradas por el medio se desprende que Moro no habría sido imparcial, tal como exige la Constitución brasileña a los jueces, porque intercambió opiniones, sugerencias o consejos a los fiscales encargados de las acusaciones en el proceso.
Las revelaciones de The Intercept dieron lugar a una investigación de la Justicia, que la semana pasada detuvo a cuatro personas acusadas de interceptar las comunicaciones de Moro y Dallagnol. Las detenciones se enmarcaron en una operación que busca «desarticular una organización criminal que practicaba delitos informáticos».
Greenwald y The Intercept se negaron en reiteradas ocasiones a revelar la fuente de los mensajes.
Deportación y cárcel, las amenazas del Gobierno
En medio de la polémica, Moro dio a conocer una nueva resolución que modifica la Ley de Migración de Brasil con el objetivo de «impedir la entrada de personas sospechosas de crímenes de terrorismo o tráfico de drogas».
«Ningún país del mundo, teniendo conocimiento, permite que un extranjero sospechoso de un crimen de terrorismo o miembro del crimen organizado entre en su territorio. Tienen prohibida la entrada y son deportados. La regulación nueva permite que eso sea hecho de inmediato», escribió Moro.
Publicada na presente data a Portaria 666/2019/MJSP que regula a lei de imigração para impedir o ingresso e permanência no Brasil de pessoas envolvidas em condutas criminais especificadas em lei, como terrorismo e tráfico de drogas. Vale ler a nota abaixo.https://t.co/4TFhkrt3iz
— Sergio Moro (@SF_Moro) July 26, 2019
La regulación fue interpretada como un intento del Gobierno de Bolsonaro de amedrentar a Greenwald, de nacionalidad estadounidense pero residente en Rio de Janeiro.
Bolsonaro aclaró que el decreto no se relaciona con Greenwald. De todos modos, reconoció que su Gobierno tiene al periodista en la mira. El presidente aseguró que Greenwald no puede ser deportado porque «está casado con otro hombre y tiene niños adoptados en Brasil». Bolsonaro calificó al abogado como un «malandro» (término portugués utilizado para referirse a un ladrón), afirmando que «para evitar un problema de esos se casa con otro malandro y adopta niños en Brasil».
«Es un problema que tenemos… No se va a ir. Glenn puede quedarse tranquilo», añadió.
Sin embargo, dejó entrever otra posibilidad para Greenwald: «Tal vez tenga que pagar aquí, en Brasil. No va a pagar afuera».
Un ataque a la libertad de prensa
Greenwald no tardó en responder: «Al contrario de los deseos de Bolsonaro, él (todavía) no es un dictador. No tiene el poder de ordenar el arresto de personas. Todavía existen tribunales en funcionamiento. Para atrapar a alguien tiene que presentar en un tribunal pruebas de que cometió un crimen. Esa evidencia no existe«.
El fundador de The Intercept remarcó que tiene «el poder de salir de Brasil voluntariamente» peor anunció que no lo hará. “Voy a defender la democracia de país de mis hijos», anunció.
Se alguém puder mostrar ao presidente @jairbolsonaro o que a Constituição brasileira garante, acho que seria útil. Eu destaquei as partes mais importantes para ele. pic.twitter.com/6nnvLRT2Nx
— Glenn Greenwald (@ggreenwald) July 29, 2019
A través de un comunicado, The Intercept sostuvo que la acusación de Bolsonaro «sería ridícula si no fuera peligrosa» y señaló que «el casamiento de Glenn Greenwald ocurrió hace 14 años, antes de que él y el equipo de The Intercept comenzarán a publicar una serie de reportajes basadas en un archivo de conversaciones secretas revelando la mala conducta de ciertos miembros de la fuerza de tareas Lava Jato».
Statement by @TheIntercept about the threats of imprisonment from Brazil’s President Jair Bolsonaro toward @GGreenwald and our journalists working to expose corruption in his government: pic.twitter.com/UjCsGjBHrH
— The Intercept (@theintercept) July 27, 2019
Ya desde su campaña electoral, Bolsonaro hizo manifestaciones públicas despectivas e hirientes hacia homosexuales, lesbianas o personas trans. Ahora, una pareja de dos hombres es la piedra en su zapato.
Como fueron definidos ya por la prensa, Greenwald y Miranda, pueden verse como «la antítesis de Bolsonaro».