Lord Kelvin fue uno de los primeros en determinar la edad de nuestro planeta en el siglo XIX, utilizando las leyes de la termodinámica. De acuerdo a sus cálculos, la Tierra no podía tener más de 200 millones de años. Pero, según Darwin, el proceso evolutivo toma mucho más tiempo. Entonces ¿quién estaba en lo cierto?
La Teoría de la Evolución de Darwin es hoy la más aceptada para explicar el orígen de las especies. Sin embargo, no siempre fue así. De hecho en el siglo XIX, Kelvin la cuestionó.
Según sus estudios sobre el enfriamiento de la Tierra, el físico y matemático británico determinó que esta debía tener entre 25 y 200 millones de años. En cuanto al Sol, se basó en el proceso de combustión y la retroalimentación de meteoritos para estimar que este tendría unos 30 millones de años.
Conclusión: ninguno de los dos era tan antiguo como para permitir que la evolución por selección natural planteada por Darwin fuera posible ya que solamente un bosque tardaba unos 200 millones de años en formarse. El naturalista inglés no supo qué responder a este cuestionamiento que, según los conocimientos de la época, parecía muy acertado.
«De acuerdo a las hipótesis con las que trabajaba, Kelvin estaba en lo cierto. Es impresionante ver la precisión en el cálculo y la calidad de su razonamiento. Pero le faltaba conocer algunas cosas, por ejemplo, el fenómeno de la radiactividad que se descubrió en el siglo XX «, dijo el físico teórico argentino José Edelstein.
En el caso del Sol, se desconocía el proceso de fusión nuclear, que multiplica su vida millones de veces. En el caso de nuestro planeta, el error era creer que era sólido en su totalidad, cuando en realidad el núcleo es líquido, lo que lo mantiene caliente por más tiempo.
¿Entonces cuántos años tiene la Tierra? Exactamente 4540 millones de años, con un margen de error del 1%. Para determinarlo se utiliza como reloj a la radiactividad y a elementos como el plomo y el uranio-238. Se comprobó, además, que todos los astros del Sistema Solar, incluído el Sol, tienen más o menos la misma edad, por lo que se habrían formado al mismo tiempo.