Los arqueólogos han encontrado en Israel una fortificación milenaria que podría ayudar a identificar la localidad de Emaús, donde Jesús hizo su primera aparición después de su crucifixión y posterior resurrección, de acuerdo con el Nuevo Testamento.
Un equipo de arqueólogos franco-israelí descubrió una antigua fortificación helenística de 2.200 años de antigüedad en las cercanías de Jerusalén. El sitio, posiblemente construido por el general seléucida Báquides, podría ayudar a identificar la ubicación de la ciudad bíblica de la aparición de jesucristo.
Desde el año de 2017, los arqueólogos llevan a cabo una excavación en Quiriat-Jearim, una colina con vistas al acceso a Jerusalén, ubicada a pocos kilómetros al oeste de la ciudad, al lado de la localidad de Abu Ghosh. En los últimos meses, los científicos han encontrado una fortificación con muros de hasta tres metros de espesor y hasta dos metros de altura. En el sitio, se ha descubierto también lo que parecen ser los restos de una torre.
El general seléucida Báquides construyó un anillo de fortalezas que vigilaban los accesos a Jerusalén, el único caso conocido de construcción de fortificaciones a gran escala en Judea durante este período, explicó a Haaretz Thomas Römer, profesor de estudios bíblicos del Collège de France, coautor del estudio sobre el sitio arqueológico.
Quiriat-Jearim no se encuentra en los informes históricos que detallan la lista de fortificaciones erigidas por Báquides, al menos no con este nombre. Sin embargo, incluyen un lugar no identificado, ubicado en algún lugar al oeste de Jerusalén, «conocido por el [historiador romano judío] Josephus [Flavius] y por el autor del Primer Libro de los Macabeos como Emaús«.
Dado que no hay otras fortalezas helenísticas importantes conocidas al oeste de Jerusalén, los arqueólogos sugieren que la colina de Quiriat-Jearim y la ciudad adyacente de Abu Ghosh se identifiquen como la ciudad de Emaús fortificada por Báquides.
«Finkelstein y Römer [los autores el estudio] tienen un buen caso arqueológico, geográfico y topográfico. Sin embargo, es una hipótesis y sigue siendo una hipótesis», considera Benjamin Isaac, profesor emérito de historia antigua de la Universidad de Tel Aviv.
Para Ariel David, columnista de Haaretz, «los investigadores no pueden decir si una aparición milagrosa realmente sucedió allí, pero la arqueología bíblica puede proporcionar un vistazo al contexto histórico de los textos religiosos y su nivel de precisión al describir lugares que millones de personas consideran sagrados en todo el mundo».