El INDH realizó una misión de observación en terreno en la comuna de Mariquina, donde constató afectaciones a los derechos sociales de quienes allí viven.
Una misión de observación en terreno en la comuna de Mariquina en la Región de Los Ríos, llevó a cabo un equipo multidisciplinario del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) –integrado por los consejeros Salvador Millaleo y Debbie Guerra-, para evaluar las eventuales vulneraciones, principalmente, a los derechos al agua, al medio ambiente libre de contaminación, y a la salud, denunciadas por organizaciones indígenas mapuche.
La falta de acceso al agua potable para consumo humano fue uno de los puntos críticos relevados por el INDH, lo que ha obligado al uso de camiones aljibe en sectores rurales de la comuna. Esta escasez hídrica sería producto de la alta densidad de las plantaciones exóticas de eucaliptus, que se han impulsado sin respetar las cuencas hidrográficas que deben estar protegidas con bosque nativo. Además se ha hecho un uso excesivo de las napas de aguas subterráneas, a lo que se suma la influencia del cambio climático.
El INDH constató que las plantaciones han alcanzado los bordes de las propiedades de pequeños campesinos y comunidades mapuche, lo que ha afectado su agricultura de subsistencia y abastecimiento. Así también su calidad de vida, debido la reducción de la luz solar, al temor a los incendios y a sus consecuencias.
Las plantaciones también han generado contaminantes que han ido en aumento en los últimos años, especialmente aquellos provenientes de una planta de celulosa.
Todo este proceso acumulativo de externalidades negativas, según los relatos recogidos por el INDH, ha afectado de manera importante la calidad y cantidad de los cultivos de hortalizas y frutas, desplazando a la población empobrecida hacia la zona urbana.
Otras problemáticas
El impacto de la contaminación de las empresas en la salud, según las fuentes obtenidas, se produce por varias razones. Primero, por la altura de pinos y eucaliptus que genera una cortina que no permite el acceso a luz natural, y que por la cercanía a las viviendas, tendría un alto impacto en la salud mental.
Además la comunidad señala la existencia de problemas gastrointestinales y oftalmológicos producidos por los malos olores y por la contaminación atmosférica.
La contaminación ha generado efectos también en el ecosistema, constatándose una disminución en el bosque nativo y en especies animales autóctonas.
Un diagnóstico más pormenorizado de estos hallazgos y conclusiones será desarrollado en el informe final del INDH, donde se presentarán las recomendaciones a los organismos del Estado.