ROMA – La Iglesia y varios partidos políticos italianos mostraron su desacuerdo con el ministro de educación Lorenzo Fioramonti que se declaró contrario a los crucifijos en las escuelas, según el periódico italiano La Repubblica.
«La propuesta de Fioramonti no me parece muy popular, y no creo que la educación pueda mejorar si se quita el crucifijo», afirmó Michele Pennisi, el arzobispo de Monreale.
El líder de la Liga Matteo Salvini preguntó en su cuenta de Twitter, si el ministro de Educación «es un ministro o un comediante».
Prima l’idea di tassare merendine e bibite, adesso l’idea di togliere i crocifissi dalle aule: ma questo è un ministro o un comico??? pic.twitter.com/Eals5QOgfb
— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) October 1, 2019
Para Paola Frassinetti, diputada del partido de la derecha Fratelli d’Italia, «los creyentes de otras religiones deben respetar los símbolos de nuestra fe, si les molestan, nadie les obliga a quedarse aquí».
La polémica comenzó después de que el ministro Fioramonti declarara en una entrevista a Rai Radio 1 que las escuelas tienen que «permitir que todas las culturas se expresen, sin exhibir un símbolo en particular«.
La exposición del crucifijo en las aulas está prevista por dos decretos, que fueron emitidos en 1924 y en 1927 y siguen en vigor hasta ahora.
En 2009 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sentenció que el crucifijo en las aulas es una violación de los derechos de los alumnos y sus padres, e impuso al Estado italiano una multa de 5.000 euros.
Sin embargo, dos años después, la Gran Cámara del TEDH revocó esta sentencia, reconociendo que no había pruebas de que la exposición del crucifijo influyese en los alumnos.