El Gobierno de Evo Morales dimitió el pasado 10 de noviembre en medio de violentas protestas tras la petición expresada por parte de la Policía y las Fuerzas Armadas de Bolivia. ¿Qué futuro le espera ahora al país latinoamericano?
por Socio Informativo
Agencia de Noticias Sputnik
Existen tres opciones para el futuro de Bolivia, opina Eduardo Crespo, profesor de economía política de la Universidad de Río de Janeiro (UFRJ).
- La primera es la llegada al poder de los militares. El experto considera esta opción como la menos probable, pero añade que «en las condiciones actuales no hay nada imposible para América Latina».
- La segunda, también evaluada con escepticismo por Crespo, es convocar nuevas elecciones, que no cuenten con la presencia del partido de Morales MAS (Movimiento al Socialismo). Actualmente tiene la mayoría de los escaños en el Parlamento boliviano.
«Sería muy difícil celebrar elecciones sin representar a la mitad de la población. Lo mismo ocurrió en Argentina en 1955, cuando Perón perdió el poder. En 1958 se celebraron nuevas elecciones, pero sin la participación del partido de los peronistas, lo que condujo a una guerra civil lenta y prolongada», señala el analista.
Crespo observa que uno de los líderes de la oposición, Luis Fernando Camacho, que no tiene ningún cargo político, defiende esta opción.
«Quieren acabar con el MAS, amenazar a sus familias y obligarles a buscar asilo», comenta Crespo.
- La tercera opción, considerada por el experto como la más favorable, es celebrar nuevas elecciones con la participación del partido MAS. Como señala Crespo, existe incluso la posibilidad de que el partido vuelva al poder.
Según el analista, los acontecimientos en Bolivia deben ser considerados como un golpe de Estado, «con la participación de la Policía y las Fuerzas Armadas que insistieron en la renuncia de Morales», porque el presidente ganó las elecciones, y solo había dudas sobre si tenía suficientes votos para limitarse a la primera vuelta.
El experto destaca que «los grupos agresivos que han tomado la iniciativa en los últimos días no tienen nada que ver con la democracia».
Sin embargo, Crespo observa que el propio Morales cometió errores.
«Su principal error fue que perdió el referéndum y luego intentó impugnarlo ante el Tribunal Constitucional. Creo que fue su mayor error, que abrió la posibilidad de acción para una dura oposición».
En febrero de 2016, Bolivia celebró un referéndum sobre los cambios constitucionales que permitirían a Morales ser reelegido por cuarta vez.
Los opositores a la introducción de cambios en la Constitución ganaron un 51,3%. Sin embargo, Morales apeló el referéndum e interpuso un recurso judicial en el Tribunal Constitucional, que avaló su aspiración en noviembre de 2017 tras considerar que negarle su aspiración reeleccionista afectaba sus derechos políticos y humanos.