SANTIAGO – La Corte Suprema de Justicia instruyó hoy –21 de noviembre- un trabajo intensivo a la comisión de remuneraciones del Poder Judicial para reunir al más breve plazo los antecedentes técnicos que demuestren los efectos de una rebaja del 50% en los sueldos de las autoridades, tal como lo determinó la Comisión de Constitución de la Cámara Baja en el día de ayer, miércoles 20 de noviembre.
El Pleno del Máximo Tribunal sesionó en forma extraordinaria esta mañana para analizar los efectos de la iniciativa legal.
El vocero de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, explicó que una medida de esta envergadura afecta valores esenciales de la función judicial como lo son la independencia y la inamovilidad de los jueces.
«Se ha puesto de relevancia, en primer lugar, la importancia que tiene para la institución del Poder Judicial y para el ejercicio de la jurisdicción la independencia de los jueces. Y una de las bases de la independencia de los jueces es su esquema de remuneraciones, de tal manera que una baja de este tipo significa atentar contra la independencia y la inamovilidad de los jueces», explicó.
«La existencia de las remuneraciones actuales del Poder Judicial -y así se conversó en el Pleno de hoy y se recordó- es fruto de una larga historia en que diversos gobiernos con el Poder Judicial y con las asociaciones gremiales del Poder Judicial han venido trabajando mecanismos de mejoramiento. En consecuencia, no es algo que haya sido obtenido de pronto, sino que se ha obtenido a través de los años con esfuerzo, con estudios, con consideraciones de planificaciones que van incidiendo en la actividad presupuestaria. Entonces no parece adecuado que de pronto, sin que tengamos claro cuáles son las razones, se cercene las remuneraciones», sostuvo.
La autoridad reflexionó asimismo sobre el perjuicio de una posible alteración de la carrera funcionaria: «En nuestro nivel superior, si se hace una rebaja, quiere decir que un ministro de la Corte Suprema queda, en términos de remuneraciones, en el nivel de un juez de comuna y eso significa colocar a un ministro de la Corte Suprema en el nivel inicial de la carrera. Un juez de comuna inicia ahí su trayectoria y después va aumentando su conocimiento y capacidad y pasa a ser juez de asiento de corte, luego ministro de Corte de Apelaciones y después de varios años, 30 en algunos casos y más en otros, llega a ser ministro de la Corte Suprema con una experiencia y una cantidad de preparación importante que,en este caso, queda de una sola vez y con una sola medida por los suelos».
«Eso es evidentemente injusto, ya que no reconoce una cantidad de trabajo que se ha hecho durante muchísimo tiempo y que significa personas capacitadas, personas que tienen experiencia y que desempeñan esta labor tan importante que es la labor de la jurisdicción».
Por último, el vocero de la Corte Suprema no se restó a una discusión seria e informada sobre estas materias: «La situación es grave, porque se hace en forma improvisada sin tomar en cuenta todos estos antecedentes y sin considerar la destrucción de la escala de remuneraciones y sin considerar estas dos cuestiones tan importantes que son la independencia y la inamovilidad del Poder Judicial que a la larga quedan corroída por estas medidas. Esto tiene que ser fruto naturalmente de un estudio general y no de una medida así precipitada que simplemente enuncie que esas remuneraciones son excesivas (…) Tenemos que ir por la idea de la preparación, funciones que se realizan, la exclusividad de la dedicación, la comparación con otros órganos del Estado, la comparación con otros órganos del sector privado como académicos y similares que tienen remuneraciones muchas veces muy superior a la nuestra».