Cuando pensamos en el mundo pesquero, la mayoría de las veces nos imaginamos a pescadores subiéndose a un bote para dirigirse mar adentro a recoger peces. Sin embargo, esta actividad es mucho más que eso y en donde el rol de la mujer, muchas veces invisibilizado o relegado a un lugar secundario, es crucial.
por Rafael Herrera
Periodista Digital – Oceana Chile
En la pesca, sector que mueve millones de dólares al año en todo el mundo, las mujeres juegan un papel muy importante, como lo demuestran algunas investigaciones, echando por tierra la creencia de que la pesca es una cosa de hombres.
Según estudios internacionales, las mujeres ocupan el 90% de las funciones de procesamiento de la pesca mundial y el 15% de la fuerza de trabajo de esta misma. Aún así, el trabajo de la mujer en este sector se ha desarrollado normalmente sin paga, de manera informal no regularizada, a medio tiempo o aún peor, considerado como una extensión de sus responsabilidades hogareñas. Aunque efectivamente, el rol del género femenino en la pesca no se desarrolla arriba las embarcaciones, es en la recolección de invertebrados y pequeños peces o en el procesamiento de los recursos extraídos, donde el papel de la mujer se impone, actividades que tienen un valor crítico a la hora de agregar valor a la pesca en el mundo.
Situación en Chile
Estos datos no son distintos en nuestro país. Si nos remontamos a siglos pasados, el rol de la pesca en las primeras comunidades indígenas que habitaron Chile, como los Kawesqar, era de las mujeres. Los hombres se dedicaban a la caza de lobos marinos y mamíferos terrestres que encontraban en la tierra que había entre los fiordos de la Patagonia. Además, eran las mujeres que se encargaban de la administración de los alimentos y cómo y cuánto se comía al día.
Hoy, según datos del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) de un censo realizado desde Arica a La Araucanía en las 254 caletas artesanales inscritas, hay más de 8.000 mujeres realizando actividades pesqueras. Si lo comparamos con los 40 mil hombres parece un número pequeño, pero se trata de una cantidad importante de mujeres que dependen de la pesca, en su mayoría residentes en la región del Biobío, la cual concentra el mayor esfuerzo pesquero.
Cada vez son más las mujeres que tienen cargos de dirigentes en las caletas, más casos de mujeres recolectoras buceadoras y un aumento exponencial en los cargos de faenamiento de los recursos una vez extraídos. Teniendo estos datos en cuenta ¿Aún podemos decir que la mujer no existe en la pesca?
Es hora de reconocer el rol de la mujer en la pesca chilena y mundial, las políticas públicas deben considerar que su presencia es esencial para el sector pesquero y aún más allá, reconocer que la pesca sin la participación del género femenino no existe.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN