SANTIAGO – Desde todos los sectores destacaron que lo aprobado en la Cámara Baja es un hito relevante para la democracia en nuestro país.
En una jornada histórica en la Cámara de Diputados, la Sala aprobó el miércoles pasado el Acuerdo para una nueva Constitución, firmado el 15 de noviembre por los partidos políticos.
Con 127 votos a favor, 18 en contra y cinco abstenciones se dio el vamos al proyecto de Reforma Constitucional que modifica el Capítulo XV de la Constitución y que habilita el proceso constituyente. En la misma línea, el Senado aprobó este jueves el proceso constituyente con 38 votos a favor y 3 en contra.
La confirmación del llamado a nueva Constitución fue bien valorado por todo el ámbito político, destacando que es un hecho relevante que se debe valorar pensando en el futuro y en la democracia.
“Como Fundación valoramos la confirmación del llamado a plebiscito por una nueva Constitución. Sin lugar a dudas constituye un hecho histórico que debemos valorar, destacar y cuidar”, expresó Daniel Ibáñez, presidente de la Fundación Participa.
Por su parte, Camilo Morán, experto en Comunicación Política e integrante del Comité Político de Renovación Nacional, resaltó que “se dio una señal potente en el Parlamento escuchando a la ciudadanía. Ahora será la gente la que escogerá si quiere una Nueva Constitución, lo que me parece absolutamente sano para la democracia”.
Para el CEO de Fundación Chile Capital, René Barba, en tanto la ratificación del Acuerdo por parte de la Cámara refrenda el pacto alcanzado por todos los sectores. “Los acuerdos se deben respetar y los diputados honraron su palabra. Esto me parece que va en la sintonía de lo que la ciudadanía le exige a sus legisladores”.
¿Cesarán las movilizaciones?
Tras confirmarse el acuerdo por los diputados y senadores, la pregunta es si esto ayudará a comenzar el término de las manifestaciones. Al respecto, Daniel Ibáñez resaltó que es una buena señal, pero que por ningún motivo será el inicio del cierre del conflicto.
“El proceso constituyente no va paralizar las movilizaciones. Es un bálsamo, pero no constituye una respuesta inmediata, a los problemas urgentes. El gobierno debe impulsar una agenda social potente, lo que aún no ha ocurrido y mientras eso no pase, las manifestaciones no van a cesar”, remató.