En base a encuestas realizadas en Plaza Dignidad, estudiantes de la Universidad de Chile revelaron también que los manifestantes provienen en su mayoría de comunas populares y que las principales demandas serían Pensiones, Salud y Educación, entre otras, reflejando que sí hay disposición de lucha ¿Qué obstáculos hay en el camino?.
por Rocío Bravo
La Izquierda Diario
Esta semana el centro de estudios NUDESOC publicó los resultados de una encuesta realizada en la ex Plaza Italia durante el mes de noviembre a propósito del estallido social el 18 de octubre pasado. NUDESOC, Núcleo de Sociología Contingente, es un centro impulsado por un grupo de estudiantes de la Universidad de Chile con el objetivo de producir evidencia empírica sobre la contingencia y desarrollar una encuesta representativa para levantar información que caracterice a los manifestantes, sus demandas y percepciones y, así, desmitificar algunas concepciones que se tienen de los mismos e impedir, dentro de lo posible, la manipulación de la situación por parte de autoridades y medios, como declaran en su sitio web.
El estudio se realiza mediante encuestas aplicadas a un universo de 886 personas mayores de 18 años durante el mes de noviembre en el sector de Plaza Dignidad. Las preguntas apuntan a diversas temáticas como demandas recogidas desde los cabildos por Unidad Social, violencia policial, satisfacción con la democracia y la trayectoria de los manifestantes en torno a la participación previa en protestas.
Dentro de los variados resultados, destaca la caracterización de los manifestantes, que revela una edad promedio de 33 años, así como que el 75% de ellos tiene una edad igual o menos a los 39. Otro dato importante es que las comunas de procedencia de los manifestantes son en el grueso comunas populares como Santiago Centro, Ñuñoa, Puente Alto, Maipú, La Florida y Providencia. Así mismo, los resultados muestran que el 64% tienen un nivel de estudios de educación media completa y/o estudios superiores y que 45.7% de los encuestados aportan el principal ingreso de su hogar. En cuanto a posicionamiento político, un 63.8% del universo se ubica en la Izquierda y el 75,4% se declara como “muy insatisfecho” con la democracia en Chile.
Con respecto a las demandas sociales, las más señaladas fueron Pensiones (75%), Salud (57.7%), Educación (56.9%), Justicia Social (22,6%), Nueva Constitución (21,4%), Empleo y sueldos dignos (15,9%), Derechos Humanos y no más impunidad (10,2%). Con respecto a la respuesta del gobierno a las movilizaciones, la llamada “Agenda Social” de Piñera, el 94% cree que es insuficiente, principalmente porque “no se hace cargo de las denuncias de violaciones a los DDHH”, “no se no toca los elementos estructurales del modelo económico actual”, “hay derechos sociales sobre los que no se plantean medidas” y por que “nada va a cambiar si no se cambia esta constitución”.
Frente a esto, el 83,3% declara que una primera solución al conflicto social es un cambio a la constitución actual, donde las mayorías apuntan a un plebiscito, levantamiento de discusiones ciudadanas para que surjan propuestas, seguido por la renuncia de Sebastián Piñera a la presidencia y el llamado por adelantado a nuevas elecciones. Sobre la misma un 65,1% afirma que no es posible llevar a cabo cambios significativos en salud, educación, pensiones y otros derechos sociales sin un cambio en la constitución y 83,8% afirma que el mecanismo para ello debe ser la Asamblea Constituyente.
Por otro lado, en cuanto a la represión y la actuación de Carabineros y Fuerzas Especiales (FFEE), prácticamente la totalidad (99,4%) considera que sí ha habido uso excesivo de la fuerza por parte de las instituciones de orden y seguridad y que las medidas que deben tomarse al respecto son “sanciones penales para responsables directos” y “sanciones penales para responsables políticos, con un 94,1% y un 91% respectivamente.
Finalmente, en cuanto a la trayectoria de los manifestantes en movilizaciones, el 47,3% afirma que se ha manifestado en los últimos 10 años seguido o muy seguido, es decir, abarcando el periodo del primer gobierno de Piñera y las históricas movilizaciones del 2011. En cuanto al actual estallido social, el 49,9% declara que participaron más en las manifestaciones dado el Estado de Emergencia y Toque de queda.
Este estudio deja claro la juventud y la clase trabajadora sí quiere salir a luchar, que tiene perspectivas sobre el desarrollo de estas movilizaciones, así como también la claridad de lo necesario que es el cambio de modelo y constitución política, ambos herencia de la dictadura, para lograr la conquista de las demandas sobre derechos fundamentales.
Más aún, los resultados de la encuesta abren la reflexión sobre cuáles son los obstáculos a vencer en esta lucha. La tregua de las direcciones sindicales hacia el gobierno y la burocracia de estas mismas han sido la gran piedra de tope en el desarrollo de las movilizaciones y la autoorganización de las masas. La negativa a realizar un plan nacional de lucha ascendente, realizar paros nacionales por “hitos” sin continuidad en el tiempo y sin garantías para que las bases discutan y se organicen (como jornadas de reflexión, asambleas por rama, etc.), así como también el hecho de que depositen su confianza en la cocina parlamentaria en vez del poder de trabajadores y las masas organizadas hacen evidente su rol.
Para el paro docente que precedió el estallido social, Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores, y sus aliados se la jugaron por bajar el paro en su momento más álgido y combativo mientras que las dirigencias de la CUT se hicieron las sordas frente a esta movilización. Ahora, ambos son miembros y dirigentes de la Mesa de Unidad Social y sostienen reuniones y negociaciones con los partidos del gobierno y la de oposición, como la DC, PS, PC y Frente Amplio, sin ningún tipo de consulta a las bases.
La auto organización y la superación de las dirigencias burocráticas es clave para desarrollar la lucha. Ejemplos como los Comités de Emergencia y Resguardo de Antofagasta (impulsado en su mayoría por profesores de la zona y pobladores, uno funcionando en la sede del CdP y otro en la población “La Bonilla”) y el de Valparaíso (instalado en una sede de la Universidad de Playa Ancha entre estudiantes, voluntarios y abogados defensores de DDHH) son los que debemos tomar para aplastar a la burocracia sindical e imponer los métodos históricos de la lucha de clases y demandas de las y los movilizados.
Revisa el informe con los resultados de la encuesta aquí.
https://nudesoc.cl/images/informe%20de%20resultados%20para%20p%C3%A1gina.pdf