MADRID – Pedro Sánchez fue investido como presidente del Gobierno español por el Congreso de los Diputados, que otorgó al líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) la confianza para formar un Ejecutivo de coalición progresista junto a los izquierdistas de Unidas Podemos (UP).
por Socio Informativo
Agencia de Noticias Sputnik
La candidatura de Sánchez fue aprobada por una estrecha mayoría simple tras conseguir el voto favorable de 167 diputados, 18 abstenciones y 165 votos en contra.
«Al haberse alcanzado el voto favorable de la mayoría simple de los miembros de la Cámara, queda otorgada la confianza al candidato Pedro Sánchez Pérez-Castejón, lo cual comunicaré a su majestad el Rey para que sea nombrado presidente del Gobierno», proclamó la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, al término de la votación.
🌹 Hoy, #167Valientes han votado sí, han votado a #PedroSánchezPresidente.
Comienzan cuatro años de una coalición progresista con unos objetivos claros:
⚖ La justicia social
✊ La libertad
🤝 La cohesión territorial
¡ G R A C I A S ! 💪🌹✊ pic.twitter.com/R0hGUWchs0
— PSOE (@PSOE) January 7, 2020
La investidura pone fin a la situación de bloqueo político arrastrada por España a lo largo de prácticamente todo 2019, un año de parálisis en el que Sánchez se mantuvo como presidente en funciones, incapaz de cerrar su investidura pese a ganar dos elecciones generales en abril y noviembre.
Sánchez, llegado al Gobierno en el verano de 2018 tras el triunfo de una moción de censura contra el anterior Ejecutivo conservador, podrá ahora instalarse en el Palacio de la Moncloa con plenos poderes, esta vez con un mandato para cuatro años.
Los socialdemócratas españoles no estarán solos en este viaje, ya que contarán con el apoyo de UP, cuyo líder, Pablo Iglesias, ocupará una vicepresidencia de carácter social en el Gobierno.
De esta forma, Iglesias culminará –no sin algún altibajo– su meteórico ascenso en la política española, en la que irrumpió en 2014 con el nacimiento de Podemos, partido nacido al calor de los movimientos sociales antiausteridad, ahora coaligado con otras formaciones, como la histórica Izquierda Unida, en la que se encuentra integrado el Partido Comunista de España, que ocupará un asiento en el Consejo de Ministros por primera vez desde la Segunda República.
La formación de este Ejecutivo de coalición supone un hito histórico para la política española, que en los más de 40 años de la actual etapa democrática sólo conoció gobiernos monocolor.
La construcción de esta coalición fue altamente compleja, sobre todo después de que ambos partidos no lograran llegar a un acuerdo para formar Gobierno tras las elecciones del mes de abril, llevando al país a un escenario de repetición electoral en noviembre.
Sánchez llegó a decir que no «dormiría tranquilo» si hubiese cerrado un acuerdo para gobernar junto a UP.
Sin embargo, tras las elecciones de noviembre, en las que se registró un impresionante auge de la ultraderecha, ambas formaciones apenas necesitaron 48 horas para comprometerse a gobernar juntos.
A lo largo del debate de investidura, Sánchez presentó un programa que se guiará por criterios de lo que él mismo bautizó como un «patriotismo social» para aumentar los impuestos a las rentas más altas y poner en marcha programas de inversión en los servicios públicos.
«Patriotismo significa amparar por igual a todos los españoles y exhibir con orgullo nuestros logros en derechos sociales», expuso Sánchez durante el debate de investidura
La argamasa de este Gobierno de coalición será su agenda social, pero su estabilidad estará amenazada por la fragmentación parlamentaria, la feroz oposición de la derecha y por la imprevisible deriva del conflicto territorial en Cataluña.