PUENTE ALTO – El Juzgado de Garantía de Puente Alto dejó –el sábado 8 de febrero recién pasado– sujetos a la medida cautelar de prisión preventiva a los carabineros Mauricio Andrés Melo Cornejo, Francisco Eduardo Castillo Lobos, Alexis Isaac Aspee Torres, Ariel Exequiel Ramírez Castro y Roberto Maximiliano Cabrera Faúndez, imputado por el Ministerio Público como autores del delito frustrado de homicidio calificado y apremios ilegítimos. Ilícitos perpetrado el 28 y 29 de enero recién pasado, en la comuna.
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En la audiencia de formalización de la investigación (causa rol 1.286-2020), la magistrada Carolina Toledo López ordenó el ingreso en prisión preventiva de los imputados en el CTP de Pudahuel Norte, por considerar que su libertad constituye un peligro para la seguridad de la sociedad. Además, decretó 150 días de plazo de investigación.
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Independiente de la calificación jurídica que planteen las partes, los hechos investigados son de tal gravedad, además existen indicios suficientes para presumir la existencia de los delitos, la participación de los imputados en los hechos, que permiten compartir la necesidad de cautela solicitada por el ente persecutor y los querellantes particulares, sostuvo la jueza Toledo al resolver.
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Patrulla Eco
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Según el ente persecutor, cerca de las 20.30 horas del martes 28 de enero de 2020, «en momentos que ocurrían protestas en sector plaza de Puente Alto y sus alrededores, la patrulla ECO, que se movilizaba en el radiopatrulla Z-5868, a cargo del subteniente Juan González Vera y conducido por cabo segundo Francisco Castillo López y cuyos tripulantes eran los carabineros Roberto Cabrera Faúndez, Ariel Ramírez Castro, Alexis Asppe Torres, Maritza Uribe Daza y Óscar Contreras Flores, realizó patrullajes por el sector. Para hacer la labor más efectiva, los tripulantes del Z-5868, a excepción del conductor descendieron del móvil con objeto de realizar patrullajes a pie. Es así, que minutos después, en intersección de calles Santo Domingo con Sergio Roubillard, comuna de Puente Alto, los funcionarios policiales Cabrera Faúndez, Ramírez Castro, Asppe Torres y Conteras Flores, junto a otros funcionarios no identificados, abusando de su oficio y aprovechando su superioridad numérica, agredieron a Leonardo Ismael Sanhueza Olivares, tomándolo del cuello para lanzarlo al suelo. Estando la víctima en el piso, los funcionarios de Carabineros procedieron a propinarle reiterados golpes de pies y puños en distintas partes del cuerpo y cabeza y golpes con bastones institucionales en la zona costal. Luego lo llevan caminando hasta el vehículo policial marca Dodge, modelo Durango, Z-7032, vehículo al que lo suben en la maletera y trasladan, unos 40 metros más, para cambiarlo a la patrulla ECO, la que se pone en marcha por calles del sector céntrico de Puente Alto. Durante dicho recorrido, los funcionarios policiales, agredieron con golpes de manos en repetidas oportunidades en el cuerpo y cabeza a la víctima, a pesar de que era patente que al joven le costaba respirar y se quejaba de dolor, llevándose las manos al sector intercostal izquierdo. A su vez, uno de los funcionarios de la patrulla le posicionó un arma de fuego en la sien, mientras le señalaba: ‘¿dónde quieres el balazo?’, para acto seguido golpearlo con la punta de la pistola en el pecho».
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A consecuencia de la agresión, la víctima resultó con fracturas costales múltiples y un neumotórax, que le pudo haber provocado la muerte de no haber mediado tratamiento médico oportuno.
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En tanto, alrededor de las 22.19 horas del miércoles 29 de enero de 2020, «en calle San Hugo, a la altura del Nº 0288, comuna de Puente Alto, Matías Alexis Soto Ramos fue tomado del cuello, lanzado hacia el suelo y agredido en distintas oportunidades por los funcionarios de la patrulla ECO Z-5868: subteniente Juan González Vera; cabo segundo Francisco Castillo López y los carabineros Roberto Cabrera Faúndez, Ariel Ramírez Castro y Alexis Aspee Torres, en conjunto con dos miembros de la patrulla Z-5869: un oficial no identificado y el cabo segundo Mauricio Andrés Melo Cornejo, quienes, abusando de su oficio y aprovechando su superioridad numérica, con el objeto de castigar a Matías por haber participado en una protesta, lo agredieron con reiterados golpes de pies y puños en distintas partes del cuerpo y cabeza, y a su vez golpes insistentes con bastones isomer en sus costillas a la víctima, para luego indicar ‘dejen de pegarle este está muerto».
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Producto de la agresión, la víctima resultó con fractura costal en décima costilla izquierda, lesión abrasiva en cara lateral cervical izquierda, múltiples lesiones eritematosas solevantadas en dorso y zona lumbar, lesión abrasiva en hombro izquierdo de 2 x 3 centímetros; lesión abrasiva en codo izquierdo de 2×2 centímetros, de carácter graves.
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