BOGOTÁ (Sputnik) — La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) denunció que el grupo paramilitar Águilas Negras emitió una nueva amenaza contra los líderes indígenas Aida Quilcué, consejera de derechos humanos de ese organismo, y contra el vocero de esa colectividad y senador de izquierda Feliciano Valencia.
«Amenazan nuevamente a nuestra consejera de derechos humanos Aida Quilcué y a Feliciano Valencia, senador del Movimiento MAIS (Movimiento Alternativo Indígena y Social), junto a otros líderes sociales; una vez más le exigimos al gobierno de Iván Duque que brinde garantías de protección integral», denunció ONIC en Twitter.
#ATENCIÓN| Amenazan nuevamente a nuestra Consejera de DDHH Aida Quilcué y a @FelicianoValen, Senador del @MovimientoMAIS, junto a otros líderes sociales. Una vez más le EXIGIMOS al gobierno de @IvanDuque que brinde garantías de protección integral. #NosEstánMatando. @luiskankui. pic.twitter.com/bqqCwoeTo9
— Organización Nacional Indígena de Colombia – ONIC (@ONIC_Colombia) February 11, 2020
En un panfleto, cuya veracidad no fue confirmada o descartada de manera oficial por las autoridades, el denominado Bloque Capital de las Águilas Negras, que opera en Bogotá, señaló que «tiene identificados a todos los guerrilleros, comunistas y socialistas que están acabando con la riqueza del país».
En el comunicado, las Águilas Negras hacen mención directa de Quilcué y a Valencia, así como de otros líderes sociales e indígenas de los departamentos de Cauca y Nariño (suroeste), de quienes dice que los va «a desaparecer».
Según cifras presentadas por Indepaz, 20 líderes sociales fueron asesinados en Colombia en lo que va de este año, mientras que la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos señaló que en los primeros 13 días de 2020 fueron asesinados 10 líderes sociales.
Ese mismo organismo indicó que, en 2019, al menos 107 defensores de derechos humanos fueron asesinados en el país y que 13 casos más están en verificación.
La ONU también precisó que los líderes sociales más afectados por la ola de asesinatos fueron aquellos «que abogaron en nombre de grupos étnicos específicos», como indígenas y afrocolombianos.