Un equipo de arqueólogos israelíes ha realizado un hallazgo que logró sobrevivir a las reformas religiosas de los antiguos reyes hebreos. Los investigadores están convencidos de que el hallazgo cambia fundamentalmente la comprensión de las prácticas religiosas de los antiguos judíos.
En 2012, un equipo de arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel descubrió un complejo de templos que data de finales del siglo X y principios del IX a.C., en Tel Motza, a las afueras de Jerusalén. Han analizado los restos arquitectónicos y han llegado a la conclusión de que la existencia misma de un edificio de culto fuera de Jerusalén va en contra de lo descrito en la Biblia.
De acuerdo con el libro sagrado, el rey judío Ezequías (quien reinó aproximadamente entre 716 a.C. y 687 a.C.) llevó a cabo una reforma religiosa y consolidó las prácticas de adoración en el Templo de Salomón, ubicado en Jerusalén. Por su parte, el rey Josías ordenó destruir todos los lugares de culto fuera de la ciudad a finales del siglo VII a.C.
Pero, ¿cómo logró sobrevivir este templo a las rigurosas reformas religiosas de Josías?
«A pesar de las narraciones bíblicas que describen las reformas religiosas de Ezequías y Josías, hubo otros templos aprobados además del oficial de Salomón», explicó uno de los autores del estudio, Oded Lipschits, de la Universidad de Tel Aviv.
El investigador subrayó que este descubrimiento cambia «fundamentalmente» nuestra comprensión de cómo eran las prácticas religiosas de los antiguos judíos. Los arqueólogos israelíes hallaron dentro de este templo monumental —que data del año 900 a.C.— numerosos artefactos, como figurillas de personas o animales y hasta un altar de piedra y un puesto de culto.
Artifacts From The Biblical Times Unearthed At Tel Motza – https://t.co/A7YijA0KZR pic.twitter.com/tx5uBHcUAQ
— MessageToEagle.com (@messagetoeagle) June 16, 2016
Cabe señalar que la localidad de Tel Motza, ubicada en un fértil valle, era uno de los centros de producción y distribución de granos en aquella época. «Parece que la construcción de este templo —y también el culto realizado en su interior— tenían algo que ver con la importancia económica del granero», sugirió Shua Kisilevitz, de la Autoridad de Antigüedades.
Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Biblical Archaeology Review.