Se estima que como mínimo un 80% de las prostitutas en Canadá empezó a dedicarse a su oficio antes de cumplir los 18 años. Sin embargo, la criminóloga canadiense Maria Mourani opina que podría tratarse de un 95% si se incluye a mujeres de las que ni las autoridades ni los expertos tienen conocimiento.
Actualmente Canadá es un país que contribuye al desarrollo del turismo sexual y que exporta prostitutas a otros países, incluido EEUU. Las redes de proxenetas se expanden en primer lugar en las ciudades dinámicas como Vancouver, Toronto, Montreal y Quebec, según la experta. Los grandes eventos — como conciertos y congresos— son los factores que facilitan el desarrollo de la prostitución. Las mujeres deben mudarse de una ciudad a otra en función de la demanda y la oferta.
La banalización de la prostitución condujo a que las autoridades de los países occidentales cierren los ojos ante las atrocidades y los crímenes que se cometen en este ámbito, opina Mourani.
«En Occidente hablan de la prostitución como de un fenómeno banal, casi normal (…) Sin embargo, es el ámbito donde reina la violencia y es difícil de imaginar que algo parecido pueda existir en Canadá», declaró Maria Mourani.
Aproximadamente un 11% de hombres actualmente acuden a los servicios de prostitución. Se cree que los hombres que hablan inglés prefieren más a las mujeres francoparlantes.
Mourani suele conceder entrevistas a medios de comunicación y aborda el tema de la explotación sexual. Este término, según la experta, refleja a la perfección la actualidad, y más cuando se habla de la explotación de menores de edad.
«Tratan a las jóvenes de una manera inhumana. Las víctimas no tienen derechos, las tratan como a las esclavas sexuales. Es difícil de imaginar qué tipo de servicios les exigen. Las mantienen reclusas, son sometidas a violaciones en grupos y a torturas. A los proxenetas se les ocurren muchas cosas a la hora de tener que crear cierta atmósfera de miedo», lamentó.
El 4 de noviembre, una comisión parlamentaria se reunió en Quebec para abordar el problema. Los diputados de todos los partidos de la Asamblea Nacional tendrán que elaborar ahora recomendaciones para luchar contra la explotación sexual.
Mourani forma parte de esta comisión. Considera que las autoridades canadienses deben enfocarse en los clientes, dado que estos muy a menudo salen impunes.
«Hay que enfocarse en los clientes, especialmente en los que acuden a servicios que ofrecen a menores de edad. Estas personas son pedófilos que violan a niños y a adolescentes. Acusarles por explotación sexual —práctica prohibida por la ley canadiense— no es un castigo suficiente para ellos. Deben ser condenados por violencia contra menores de edad», enfatizó.