El 16 de marzo de 1935 se transformaba la Fuerza Armada de la Alemania Nazi. Surgía así la Wehrmacht, el esqueleto de la potencia nazi que con sus millones de soldados, sus centenares de tanques y sus temibles fuerzas aéreas y marinas causarían la tragedia de la Segunda Guerra Mundial.
Tal día como hoy hace 85 años nacía la armada nazi. Acá los detalles del ejército que mantuvo a Europa y al mundo en jaque durante largos años.
Todo empezó a raíz del Tratado de Versalles. Las exorbitadas compensaciones de guerra a las que tuvo que hacer frente la República de Weimar, resultante de la paz alcanzada, no permitían al país formar un ejército como el que quería, por lo que la Reichswehr inicial, hasta unirse a la resultante Wehrmacht, empezó a infligir los términos del documento.
El objetivo de Berlín era recuperar su potencial militar, de forma que los tanques pronto pasaron a ser el instrumento principal con el que contaba el ejército alemán, gracias a que la industria se dedicó a producir carros de combate a los que hacían pasar por maquinaria agrícola. Entonces fue cuando surgió la idea del Blitzkrieg, la llamada guerra relámpago, en la que un bombardeo inicial precedía a una ofensiva con fuerzas móviles (entre las que destacaban los blindados).
Con los términos del tratado violados ya de forma sistemática y a pesar de las sanciones, Alemania continuó preparando su maquinaria de guerra: a mediados de los años 30 llegó la Luftwaffe, las famosas fuerzas aéreas de Hitler, y, tras el rechazo definitivo a Versalles, llegó la Panzerwaffe, el comando dentro del Heer o Ejército de Tierra responsable de las fuerzas motorizadas que terminó de formar la Wehrmacht.
Operación Puño de Hierro
Precisamente el desarrollo de los blindados es lo que permitió que se materializara el gran hito de la Wehrmacht: el Anschluss de Austria: cuando en marzo de 1938 el 16 Cuerpo de Tanques atravesó la frontera y se desplazó por el país sin encontrar apenas resistencia.
Hay que decir que durante su avance, las fuerzas del Reich perdieron un tercio de sus tanques por imperfecciones técnicas, pero, con la experiencia acumulada, los carros de combate de la Panzerwaffe se fueron perfeccionando de cara a la guerra.
Tras el nuevo éxito de la Wehrmacht del 1 de septiembre de 1939, cuando se produjo la invasión nazi de Polonia, parecía que nada podía parar a los blindados alemanes. Pero eso cambió durante la Operación Puño de Hierro. El 22 de junio de 1941, cuando el ejército alemán lanzó su ofensiva contra el Frente Oriental, la Panzerwaffe topó con tanques soviéticos T-34 y blindados pesados KV-1, a los que no pudo hacer frente. Los alemanes perdieron la mitad de los tanques de su 25 regimiento.
Ejército del aire
El poderío de Alemania parecía no tener tampoco rival en el aire al principio de la guerra. Gracias a la enorme experiencia que los bombarderos alemanes — \modernos para la época— adquirieron en España como aliada que era Alemania de Franco en la guerra civil española, la flota de Hitler mostró una clara superioridad en los cielos de Polonia, Francia y Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial.
Se podría decir que la clave del éxito estaba en la táctica empleada: la aviación del Reich funcionaba en coordinación con el Ejército de Tierra, a cuyos carros de combate e infantería los aviones militares de la Luftwaffe peinaban el camino.
Pero, de nuevo, la situación en el aire empezó a tornarse desfavorable para el enemigo nazi: en la Operación León Marino, con la que Alemania planeaba invadir secretamente Inglaterra en 1940, para sorpresa de Hitler, los británicos aguantaron con éxito la ofensiva y repelieron el ataque con intenso fuego antiaéreo. Todo fue de mal en peor para Berlín, hasta que, para finales de la guerra, era la aviación soviética la que tenía el control absoluto del espacio aéreo europeo.
La Kriegsmarine
La Marina de la Alemania nazi, la Kriegsmarine, corrió la misma suerte que el resto de la Wehrmacht.
Los alemanes se valieron inicialmente de la treta de la clase Deutschland: se trataba de una serie de tres buques blindados equipados con artillería muy potente, pero los navíos tenían un tonelaje limitado. Así, los navíos se construían en cumplimiento de los términos de Versalles pero con el potencial suficiente como para cumplir los ambiciosos objetivos de Hitler.
La principal baza de la Kriegsmarine eran los submarinos, con los que Alemania ideó una táctica de guerra especial: los utilizaba para proteger sus convoyes y grandes transportes. A medida que se acercaba el fin de la guerra, la Wehrmacht fue perdiendo también estos equipamientos paulatinamente, hasta quedar la Kriegsmarine totalmente destruida para mayo de 1945.