A las 16 horas del pasado 29 de marzo, en el contexto del denominado Día del Joven Combatiente, cuando la víctima se encontraba ad portas de llegar a su hogar fue detenida y torturada por carabineros. Los tormentos se extendieron en el vehículo de traslado, en la comisaría y también en el hospital donde habría sido negligentemente atendida..
SANTIAGO – El Instituto Nacional de Derechos Humanos presentó una querella por el delito de torturas perpetradas por funcionarios de las Unidades de Control del Orden Público (exFuerzas Especiales) de Carabineros en contra de una mujer de 21 años de iniciales V.A.L.G. que presentaba entre cinco y seis semanas de gestación, y que en el marco del denominado Día del Joven Combatiente el 29 de marzo pasado, cuando se aprestaba a llegar a su hogar en Villa Francia (Estación Central), fue violentamente golpeada y detenida por personal policial.
V.A.L.G. caminaba hacia su hogar cuando percibió gases lacrimógenos en el ambiente, por lo que comenzó escapar, recibiendo una advertencia de carabineros para que se detuviera. Ella obedeció y levantó las manos en señal de paz, señalandoles que estaba embarazada. Sin embargo, recibió inmediatamente una patada en la espalda por un policía uniformado y también declaró haber sentido un golpe en el abdomen bajo. Situación que se agravó cuando, ya estando inmovilizada boca abajo, un carabinero puso su pie sobre su cuerpo presionándolo contra el piso.
A pesar de las advertencias de que estaba embarazada y de que era inocente, al ser trasladada al carro policial le doblaron su brazo derecho y la intentaron ahorcar.
Ya en el furgón de traslado de detenidos comenzó a sentir contracciones por lo que suplicó por atención médica. Sin embargo, recibió a cambió insultos. A poco andar sintió líquido en su zona vaginal, hecho que también comunicó al personal policial que la mantuvo durante alrededor de 30 minutos arriba del vehículo y que, a pesar sus súplicas y advertencias, continuó su destino hacia la 58 comisaría de Estación Central.
Beatriz Contreras, jefa regional Metropolitana del INDH, asegura que “la víctima manifestó evidentes síntomas de deterioro de su salud, lo que fue obviado por los funcionarios que estaban a cargo del operativo”.
“En la comisaría los policías constataron que ella presentaba un sangrado profuso, por lo que fue trasladada al Hospital San Borja Arriarán donde fue atendida de urgencia. Solo luego de seis horas y ya de vuelta en el recinto policial, los carabineros contactaron a sus familiares para comunicarles la situación, cuando el fiscal la dejaba en libertad”.
Agravando aún más los tormentos, al llegar al Hospital V.A.L.G. relata que fue agredida por la matrona de turno que la atendió, quien la humilló, y que además la examinó en presencia del personal policial, haciendo caso omiso a las solicitudes de privacidad de la víctima, minimizando sus lesiones y asegurando que el embarazo estaba bien.
Beatriz Contreras, señaló además que “estos graves hechos configuran el tipo penal de tortura, que además implican una infracción importante a obligaciones estatales referidas a violencia contra la mujer”.
En la querella interpuesta por el INDH se solicita al juez que se ordenen todas las diligencias pertinentes para la adecuada investigación del delito y la determinación de las responsabilidades. Entre ellas, que se inicie una investigación a través de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones, en la que Carabineros entregue todos los antecedentes que disponga relativos a los hechos, y que se oficie al Servicio Médico Legal (SML) para que se realicen los peritajes psicológicos y físicos a la víctima.