La directora del Programa de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, señaló en una entrevista con Noticias ONU que la pandemia de COVID-19 tendrá sin duda un impacto mayor en los países con un sistema de sanidad precario, pero también ha puesto «de rodillas» a los países ricos.
«Irónicamente, si se me permite la expresión, esta pandemia está poniendo de rodillas a los países a los que se considera que tienen los sistemas sanitarios más fuertes y apreciados, como los países europeos, los países ricos, y ahora ya se está desplazándose el epicentro a Estados Unidos», señaló Neira, nacida en la Felguera, España, en 1962.
Al mismo tiempo, la ejecutiva de la OMS reconoció que el COVID-19 causará seguramente mayores estragos en los países pobres.
«En los países del hemisferio sur y en países con sistemas sanitarios mucho más débiles, ahí vamos a ver efectivamente el impacto mucho mayor», advirtió.
Para Neira, esta pandemia empuja a «reflexionar sobre qué porcentaje del PIB de un país tiene que destinarse a su sistema sanitario y a dar protección a la salud de sus ciudadanos, y a dónde va la prioridad de los presupuestos en cada país».
«Van a notarse muchísimo las desigualdades sobre todo en esos países donde no hay una cobertura sanitaria universal, donde la salud privada juega un papel muy importante; ahí se va a notar de forma brutal sin ninguna duda», señaló.
A pesar de que los brotes anteriores, como el SARS y el H1N1, fueron una llamada de atención sobre salud pública y conllevaron mejoras en el Reglamento Sanitario Internacional, Neira opina que la humanidad bajó la guardia luego.
«Después creo que volvimos a perder un poco esa sensación de inminencia, esa sensación de vulnerabilidad y otra vez volvimos a nuestra vida, y se prepararon ciertos países para un cierto tipo de emergencias, pero nunca la preparación fue al nivel de poder responder a una pandemia como la que tenemos ahora», dijo.
La directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS resaltó que la inversión en sanidad «es una inversión de la que no hay que arrepentirse, pase lo que pase, haya o no haya una epidemia» y que la inversión en prevención primaria tendría que ser «una prioridad absoluta».
«Veremos, después de esto, si efectivamente hemos aprendido las lecciones y reforzamos nuestros sistemas sanitarios y los blindamos lo más posible», dijo.
Desde el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica de pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2, detectado por primera vez en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.
A lo largo del mundo se han detectado hasta ahora más de un millón de casos de infección por el nuevo patógeno, incluidos unos 53.000 decesos y más de 210.000 pacientes recuperados, según la Universidad estadounidense Johns Hopkins.