Los científicos de la compañía de desarrollo industrial Carbios crearon una enzima bacteriana mutante que podría revolucionar el reciclaje del plástico, puesto que es capaz de descomponerlo en cuestión de horas.
Así, estas enzimas son capaces de reducir a elementos básicos el polietileno tereftalato —mejor conocido por sus siglas PET—, un tipo de plástico usado en la fabricación de envases de bebidas. Estos mismos elementos pueden volver a usarse para producir nuevas botellas.
Es un detalle importante, puesto que el plástico reciclado por medio del ya convencional procesamiento termomecánico no se puede volver a usar para nuevos envases por su baja calidad. En vez de ello, se emplea para fabricar calzado y alfombras.
Según el estudio, que se publicó en la revista Nature, los científicos de Carbios colaboraron en este proyecto con gigantes industriales como Pepsi y L´Oreal. La nueva enzima fue bautizada como hidrolasa PET y es capaz de descomponer hasta el 90% de los polímeros de este tipo de plástico en tan solo diez horas.
Curiosamente, esta enzima fue encontrada en un montón de hojas compostadas en 2012. «Estaba completamente olvidada, pero resultó ser la mejor», destacó Alain Marty, el dirigente de ciencia en Carbios.
Otro aspecto a destacar en la nueva enzima es que ofrece un coste de reciclaje muy bajo. De hecho, los investigadores aseguran que la fabricación del plástico nuevo costaría 25 veces más que el reciclaje con la hidrolasa PET.
Mientras tanto, los científicos esperan poder poner a prueba el potencial industrial y comercial de la nueva enzima en 2021 y lanzar su fabricación a plena escala entre el año 2024 y 2025.