Camilo Lagos y Alejandro Navarro fueron algunos de los 50 asistentes al foro virtual de la agrupación de líderes progresistas que se realizó el pasado viernes 10 de abril. En la reunión -organizada por Marco Enríquez-Ominami- también intervinieron el presidente de Argentina Alberto Fernández; y los ex mandatarios de Colombia, Brasil y Ecuador, Ernesto Samper, Luiz Inácio Lula da Silva y Rafael Correa, respectivamente.
A través de dicha declaración, el grupo de líderes progresistas –impulsado, entre otros, por el presidente de la Nación Argentina Alberto Fernández- expresó su solidaridad con el mundo “en estos duros momentos de crisis e incertidumbre” y envió un mensaje de admiración a todos los profesionales de la salud que arriesgan sus vidas para atender a los contagiados.
En el documento, firmado por los miembros del foro, entre ellos el presidente de la Nación Argentina e impulsor del Grupo, Alberto Fernández, el Grupo de Puebla expresó su solidaridad con todo el mundo “en estos duros momentos de incertidumbre producto de la crisis sanitaria por la que atraviesa la humanidad, y las graves consecuencias económicas y sociales que impactan e impactarán con cada vez mayor radicalidad en nuestros pueblos”.
Asimismo, envió condolencias “para las familias de las personas fallecidas”; un mensaje de aliento para quienes actualmente enfrentan la enfermedad; y de fuerza y paciencia para quienes deben soportar el encierro de las cuarentenas.
También reconoció a los profesionales de la salud que ponen en riesgo su propia vida al atender a los miles de contagiados, especialmente a las mujeres del rubro que representan al 70% del total del cuerpo médico, y expresó su admiración a todos los trabajadores que permiten el funcionamiento de la sociedad, convirtiéndose en “la más clara expresión de la solidaridad de los pueblos”, aludiendo al personal médico cubano que se ha desplegado por el mundo para colaborar.
En la misma línea, los líderes progresistas destacaron la importancia de contar con sistemas fuertes de Salud Pública, argumentando que “se ha demostrado que pueden soportar la embestida de la pandemia” y recalcando que “aquellos países con mayor y mejor sistema de salud pública han sabido responder frente a esta pandemia de forma más rápida, con mayor despliegue y atendiendo de manera global y solidaria a su población”.
Por ello, además, instaron a los países y autoridades a defender la labor de la Organización Mundial de Salud (OMS) de aquellos que quieren debilitarla, pues “debe tener un rol aún más preponderante que el que tiene actualmente”.
Sobre el incremento de denuncias por violencia de género y femicidios en la región, el Grupo de Puebla expresó su preocupación y llamó a los gobiernos “a financiar medidas concretas de apoyo a mujeres que sufren violencia en sus hogares y que se incrementan en estos tiempos de distanciamiento social”.
Cooperación mundial
Respecto al camino para enfrentar la crisis mundial, el movimiento aseveró que no existe “otra salida que la de la integración latinoamericana y caribeña, y de la cooperación en nivel mundial”, mencionando que “hemos entendido que un respirador es también un derecho humano”, y que “el conocimiento debe ser coordinado por organismos internacionales que promuevan la solidaridad”.
En la misiva, el Grupo de Puebla también protestó contra “la total omisión de la OEA en la gestión de la crisis del Covid-19 y saluda los esfuerzos del Gobierno de México por recuperar el rol de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como espacio de coordinación e integración continental”.
Además, apoyó la determinación “con la cual el gobierno de Argentina está enfrentando la pandemia, y cómo ha sabido articular una respuesta sanitaria, al mismo tiempo que económica, para proteger a su pueblo, especialmente, a los más vulnerables”.
“En tiempos de crisis se hace aún más importante el compromiso con los últimos para poder llegar a todos, el cual quedó plasmado en el llamado de Argentina ante el G-20 a la globalización de la solidaridad, y pidiendo con valentía el fin de los bloqueos, el reconocimiento de la insostenibilidad de la deuda de los países, y la propuesta de crear un Fondo Mundial de Emergencia Humanitaria”, destacó el acuerdo.
Asimismo, expresó su solidaridad con el pueblo ecuatoriano frente a la aguda crisis sanitaria que viven, acrecentada por la falta de transparencia de sus autoridades respecto a las cifras de contagiados y muertos, agregando que mientras eso sucede, el gobierno desvía la atención con un proceso judicial contra el ex presidente Rafael Correa con vicios legales y falsa pruebas.
Medidas económicas
En relación a las medidas económicas, el Grupo de Puebla apuntó a que “debe aumentarse el gasto público para descomprimir la presión de la crisis sobre trabajadores y pequeñas y medianas empresas”, y lamentó que en ciertos países “con un marcado sesgo ideológico neoliberal – como es el caso chileno y el de Brasil-, se intenta traspasar los costos de la crisis, a las y los trabajadores”.
“El Grupo de Puebla llama a que la crisis no la paguen los más pobres, y a distinguir mercado de la usura”, insistió la agrupación, apuntando a la implementación urgente “de planes de contingencia social que atiendan las necesidades de supervivencia del 56% de los latinoamericanos que viven hoy en la informalidad”. Por ello, destacó su intención en sumarse “a la propuesta de una emisión sustantiva de los derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional (FMI) y paquetes de ayuda de los países con mayor productividad a las economías más atrasadas”.
Por último, el grupo de líderes progresistas llamó “a los gobiernos, organismos y pueblos del mundo a una serena reflexión para cuando termine la pandemia, sobre un Nuevo Modelo de Desarrollo, que coloque en primer lugar valores hasta hoy ignorados como el medio ambiente, la inclusión social, la reducción de la desigualdad, la seguridad alimentaria, el desarme militar, el multilateralismo, y la progresividad fiscal”.
“El mundo globalizado después de esta pandemia, debe ser el mundo de la colaboración y la acción colectiva nacional e internacional”, concluye el documento.
Firmantes
La declaración fue firmada, entre otros, por la ex presidenta del Senado de Bolivia, Adriana Salvatierra; el presidente Argentino Alberto Fernández; el ex ministro brasileño Aliizio Mercadante; la senadora mexicana Beatriz Paredes, y su par chileno Alejandro Navarro.
También lo hicieron el presidente del partido Progresista de Chile Camilo Lagos; el ex senador chileno Carlos Ominami; su par mexicano Carlos Sotelo; y la ex ministra colombiana Clara López; y el ex candidato presidencial chileno Marco Enríquez-Ominami.
Por Brasil aparecen la abogada Carol Proner; el ex canciller Celso Amorim; los ex mandatários Dilma Rousseuff y Luiz Inácio Lula da Silva; y el ex candidato presidencial Fernando Haddad.
Asimismo destacan los ex candidatos presidenciales por México y Uruguay, Cuauhtémoc Cárdenas y el Daniel Martínez respectivamente; el ex canciller boliviano David Choquehuanca, el ex mandatario de Paraguay Fernando Lugo: el ex ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador Guillaume Long; el ex Secretario General de la OEA, el chileno José Miguel Insulza; la ex candidata presidencial de Perú Verónika Mendoza; el ex canciller argentino Jorge Taiana; la senadora paraguaya Esperanza Martínez, su par por Uruguay Mónica Xavier; la diputada chilena Karol Cariola; la ex Presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador y actual congresista Gabriela Rivadeneira; y el subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes.