Un reciente estudio científico ha detectado la forma más propensa de transmisión del COVID-19 entre personas, mediante objetos o lugares, demostrando un punto débil del virus que impide su propagación por aire.
Los científicos del Instituto Alemán de Virología y Estudios sobre el VIH de la Universidad de Bonn consideran que la transmisión más común del coronavirus entre personas se presenta durante contactos largos y estrechos de multitudes, donde es altamente probable que las personas infectadas expulsen partículas de saliva mientras otras personas las inhalan consolidando el contagio.
El estudio también ha revelado que el riesgo de contagio mediante el contacto con objetos no es alto debido a que las más recientes revisiones realizadas en diferentes superficies no han detectado signos del virus vivo, esto comprueba que el coronavirus sería muy susceptible a la desecación, por lo que no se puede transmitir por el aire.
«Cuando tomamos muestras de las manijas de las puertas, teléfonos o baños, no ha sido posible cultivar el virus en el laboratorio en base a las muestras», dijo el profesor de virología Streek en una rueda de prensa publicada por el medio RTL.
No obstante, advierten que una infección es posible si, por ejemplo, una persona portadora del COVID-19 tose en su mano e inmediatamente toca algo, tras lo cual, otra persona toca ese objeto casi al mismo instante y luego se lleva esa mano a la cara. Aunque esta forma de contagio es poco común los especialistas mantienen la recomendación de no tocarse cara.
Además, se recomienda que todo el mundo tiene que seguir una serie de pautas de higiene para detener el avance del coronavirus. Quedarse en casa, guardar la distancia de seguridad y lavarse bien las manos son algunas de las formas de frenar la ola de contagios