SANTIAGO – En un intento por colaborar con conocimiento en este contexto de pandemia, la Profesora Titular de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile y doctora en Botánica dejó de lado sus investigaciones para recopilar y sistematizar data sobre el avance del COVID-19 en nuestro país y los países del Hemisferio Sur. En su primer informe, elaborado junto al biólogo ambiental, Ítalo Tamburrino, la académica enfatizó en la necesidad de analizar la situación local atendiendo a la diversidad de cada región, al tiempo en que insistió sobre la falta de datos más específicos para la toma de decisiones.
“Cuando comenzaron las cuarentenas obligatorias y voluntarias, pensé que iba a avanzar con mis proyectos de investigación, pero nosotros que somos capaces de sintetizar cosas y leemos mucho, debemos tratar de ayudar a que el público entienda lo que está pasando con el COVID-19”, comentó la profesora, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2010 e integrante del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), Mary Kalin, que el pasado 25 abril publicó junto al biólogo ambiental y estudiante de doctorado en Ecología y Biología Evolutiva, Ítalo Tamburrino, el informe “¿Covid-19 en Chile dónde estamos y dónde vamos? Un llamado a la precaución al interpretar las tendencias nacionales”.
El documento, que sistematiza los datos del avance de la pandemia en nuestro país, ordenando el número de casos y fallecidos, de distintas zonas del país a lo largo de este período, da cuenta de la necesidad de hacer un análisis separado de los datos atendiendo al contacto particular de ciertas zonas y regiones.
“Vemos que siempre se está comparando a Chile como país, pero la situación de la pandemia es muy diferente, sobre todo en la Región Metropolitana, en la que vive gran parte de la población total de Chile”, señaló la académica.
Así, en este primer informe se muestra que los niveles de contagio y el número de fallecidos normalizados por millón de habitantes son mayores en la RM que en el país entero y bastante mayores al comparar la región con la sumatoria de las demás regiones del país. Si bien, parte de esta diferencia se debe a la llegada más tardía del coronavirus en muchas regiones, es probable que la alta densidad poblacional de la RM sea un factor importante, considerando que el 41 por ciento de la población de Chile reside en esta región, cuyo tamaño representa el apenas el 2 por ciento de la superficie total del país.
“Hay que tener mucho cuidado en cómo uno mira las cosas. Esto también depende de la escala en que tú los analizas. Por ejemplo, cuando tú analizas las flores en una región chiquitita versus un área grande, puede dar una densidad de biodiversidad muy diferente. Ese mismo principio pasa en el COVID, hay que verlo en escalas más locales”, señaló la profesora Kalin, detallando que para el 25 de abril -día 54 de la pandemia en Chile, los casos ascendieron a 7.165 en la RM comparada con 5.693 para las demás regiones, aumentando la brecha a 1.472. En cuanto a fallecidos, para esa misma fecha, se habían acumulado 89 en la RM comparado con 92 en las demás regiones.
El informe además enfatizó en que el declive en los casos y fallecidos en la sumatoria de las demás regiones del país no quiere decir que esté todo bien, pues en algunas regiones la situación podría estar mejorando -como en Bío Bío y Los Lagos-, y empeorando en otras, como sucede en Antofagasta. Además, en algunas regiones, como por ejemplo Coquimbo, el coronavirus apareció más recientemente. Y si bien el número de casos puede ser menor en la sumatoria de las demás regiones que en la RM, hay algunas donde el aumento es bastante más grande que en otras. Igual situación se observa en cuanto a los fallecidos.
Junto con alertar sobre estas notorias diferencias en el avance de la pandemia a nivel país, el documento también destaca que éstas pueden replicarse al considerar las comunas de mayor densidad poblacional con las escasamente pobladas en cada región del país. “Para poner a prueba esta hipótesis es urgente contar con los datos de casos y fallecidos a nivel de comuna para cada uno de los días desde declarada la pandemia. Esos datos deben salir a la luz pública”, advirtió la doctora Kalin, quien se ha sumado a diversos científicos nacionales que han pedido públicamente estos datos a las autoridades de salud.
Respecto a lo anterior, la profesora de la Facultad de Ciencias indicó: “En un país como el nuestro, donde no existe sistema de testeo aleatorio, probablemente no estamos pesquisando todos los casos. Los datos relevantes para mí del efecto del COVID en un país es la cantidad de personas que han fallecido. Si hay más muertos por unidad de población, quiere decir que la pandemia se está moviendo muy rápido. Una cosa positiva hasta ahora es que la cantidad de muertos en Chile no es tan alto, pero sólo tenemos esta información por comuna”.
Al tiempo en que la Premio Nacional alerta sobre la necesidad de tener información específica sobre los fallecidos, también demanda la entrega más completa de información de cada caso para su seguimiento y la toma de medidas de prevención. “En Chile no existe un listado de cada caso, que uno pueda ver dónde están, como en Nueva Zelanda o Australia, que mantienen una lista completa por donde pasó la persona contagiada. Acá parece que es difícil ese nivel de detalle, pero a mí me parece que es fundamental. Nadie está pidiendo que den los nombres, pero sí más información para que todos podamos prevenir mejor”, dijo.
Hemisferio Sur
Otra de las labores a las que está abocada estos días la profesora Kalin es al desarrollo de una base con datos de lo que pasa en el Hemisferio Sur respecto al COVID-19, analizando información para poder comparar Chile con Australia, Nueva Zelandia, sur de Brasil y Sudáfrica.
En cuanto a la búsqueda de datos de estas zonas, la investigadora señaló que se ha topado con el mismo problema que a nivel local. “Estoy tratando de buscar áreas como ciudades para comparar, y en general, no existen datos a nivel de grandes ciudades, los datos están a nivel de grandes regiones o provincias, y ese es un problema, porque ahí es donde el COVID va más rampante”, indicó.
En estas indagaciones, la científica también ha visto como Nueva Zelanda y Australia han destacado al enfrentar la pandemia, cuestión que estima se debe a diversos factores entre los que se incluye la disciplina social -que ha su juicio ha faltado en Chile-, la entrega de información más detallada de los casos y también a las características de sus ciudades.
“Es interesante que en general la densidad de sus ciudades es menor que acá y eso parece que disminuyera la posibilidad de contagio. Es bien interesante el caso de Australia donde no cerraron los colegios. En estos países tampoco se utiliza mucho el metro, entonces, también hay un tema de la estructura de la ciudad”, concluyó.
Por Francisca Siebert – Prensa U. de Chile