SANTIAGO – El estudio, que cubre una muestra de 1400 participantes mediante el uso de kits de diagnóstico rápido con auto aplicación, se está realizando desde la segunda quincena de abril y se esperan los primeros resultados para fines de mayo.
Miguel O’Ryan, académico del Programa de Microbiología y Micología del Instituto de Ciencias Biomédicas, y Juan Pablo Torres, del Departamento de Pediatría y Cirugía Infantil Oriente de la Facultad de Medicina, son los expertos encargados de esta investigación que apunta principalmente a conocer qué rol juegan los niños y adolescentes pertenecientes al colegio Saint George en la infección y trasmisión del brote que los afectó como comunidad a comienzos de marzo de este año.
“Tenemos conocimiento de la infección de aproximadamente 50 personas durante el brote, en su mayoría adultos. A partir de los datos que recolectemos, podremos conocer con mayor precisión cuál es la magnitud de la infección en esa comunidad completa, incluyendo a escolares distribuidos por grupos etarios, profesores, personal administrativo y auxiliar», detalló el profesor Miguel O’Ryan. Así, dependiendo de las tasas de positividad que observadas en esos diferentes grupos, «se podrá inferir el rol que pueden haber jugado, especialmente los niños, en la trasmisión de la infección. Conocer qué proporción de la comunidad fue infectada, ayudará también a diseñar la estrategia de regreso al colegio en los próximos meses”.
El proyecto considera el consentimiento informado y la colaboración activa de toda la comunidad del establecimiento educacional, con la aprobación y respaldo de su equipo directivo. Para ello, se seleccionó una muestra de 1400 participantes, de los cuales 1000 son estudiantes -desde preescolar hasta cuarto medio- elegidos al azar de un total de 2700. Los otros 400 participantes, incluyen a la totalidad de profesores y personal administrativo y auxiliar del colegio. “
Para hacer esta muestra, en primer término se excluyó a los niños cuyos apoderados manifestaran su intención de no ser parte de este estudio, así como a los docentes o administrativos que tampoco lo quisieran, y que en total resultaron ser muy pocos casos”, informa el doctor Torres, director de Innovación de la Facultad de Medicina.
Es estudio cuenta con la participación del equipo de la Dirección de Innovación del plantel y de académicos de la Casa de Bello, así como de otras instituciones. El financiamiento, en tanto, deviene como fuente principal de la propia Universidad de Chile.
Kit de fácil autoaplicación
A todas y todos quienes forman parte de la muestra de la investigación, a partir del 4 de mayo se les ha hecho llegar a sus domicilios un sobre conteniendo el kit para la toma personalizada de muestra y su procesamiento, cuya información resultante deben ingresar a una plataforma informática (RedCap) creada especialmente para ese fin.
“El sobre que reciben los apoderados de los estudiantes, así como los profesores y personal del colegio, además del kit contiene una infografía en la que, mediante un código QR o siguiendo una dirección de internet en sus respectivos smartphones, ingresan a una página en la que en primer término consienten digitalmente su participación en el estudio», detalló el profesor Torres. Luego, responden una breve encuesta de síntomas específicos para las manifestaciones clínicas de la infección por coronavirus y conocen paso a paso cómo deben aplicar el kit, para lo que se puede ver un video explicativo. Así, una vez que toman la muestra de una gota de sangre y la ponen en el dispositivo, informan los resultados en la misma plataforma, para lo que también adjuntan una fotografía del kit ya empleado. Y, si tienen dudas, pueden contactarse de manera inmediata con los miembros del equipo de investigación.
Al constatar el movimiento en la plataforma virtual RedCap, los investigadores pueden revisar en tiempo real la información subida por el apoderado o el personal del colegio, así como los resultados arrojados por el kit, que posteriormente son interpretados por el equipo y validados por el panel de infectólogos del estudio.
En definitiva, con este estudio “sabremos cuántos contagiados efectivos hubo en el brote, con y sin síntomas y conoceremos, en este brote, qué porcentaje de la población escolar efectivamente se contagió», indicó el profesor O’Ryan.
Respecto a los resultados esperados, agrego, que la «hipótesis es que esa cifra va a ser baja, y que probablemente el rol de los niños en la trasmisión de esta infección es menos relevante que la que se pudo pensar en un inicio, pero que es mayor en el grupo etario compuesto por los adultos asociados a la comunidad escolar, por lo que por ejemplo sería necesario establecer medidas para su manejo al momento de reiniciar las clases presenciales».
A ello, el doctor Torres añadió que los participantes han superado exitosamente el desafío que representa la autoaplicación del kit, por lo que han tenido una tasa de respuesta exitosa superior al 96 por ciento, lo que respalda la validez de este sistema de obtención de datos.
Puesta en marcha en tiempo récord
Para la realización de este estudio, los doctores O’Ryan y Torres trabajaron contra el tiempo desde que idearon el proyecto, cuando el colegio Saint George informó los primeros cinco casos a mediados de marzo. Hicieron una propuesta inicial a autoridades ministeriales y comunales, pero finalmente fue la Universidad de Chile la que comprometió los recursos básicos para su puesta en marcha durante la primera quincena de abril. Así, dos días después, los investigadores tuvieron la primera telereunión oficial con las autoridades directivas del establecimiento educacional, quienes manifestaron su acuerdo y apoyo a la iniciativa.
A partir de entonces establecieron el equipo de trabajo, la metodología de investigación y el tamaño de la muestra por estudiar; comprometieron la disponibilidad inicial de 3000 kits –certificados por la Comunidad Económica Europea y por las autoridades sanitarias brasileras y chinas-, presentaron el proyecto al Comité de Ética de la Facultad de Medicina el 24 de abril y obtuvieron su aprobación una semana después, “con la dificultad adicional que representó que toda su implementación se haría a distancia, como por ejemplo la toma de consentimiento informado de los participantes, de manera digital”, explica el doctor O’Ryan.
Inmediatamente después se inició el envío de correos electrónicos informativos a la comunidad escolar y, luego, el proceso de distribución de los paquetes –que fueron confeccionados personalmente por miembros del equipo de investigación-, el cual se realizó gracias a la cooperación sin costo que entregó el sistema de mensajería de Uber Flash, y que pudieron seguir mediante la georreferenciación de las direcciones de los participantes.
Así, el 4 de mayo tuvieron al primer inscrito ingresando sus datos y los resultados de su kit en la plataforma RedCap; “hemos tenido una excelente respuesta por parte de los participantes, y creemos que podremos tener los resultados en muy breve plazo, los cuales compartiremos con el colegio, de cuyas autoridades y comunidad destaco la excelente disposición e interés en aportar al mejor conocimiento del comportamiento del coronavirus en nuestro país, lo que demuestra su compromiso con la sociedad. Pero además presentaremos nuestras conclusiones a una revista científica de alto impacto, donde esperamos una buena receptividad, dado lo relevante que creemos que será esta información para la comunidad internacional”, finaliza el académico.
El equipo de investigación está compuesto por las enfermeras Verónica de la Maza, Bárbara Torres y Anne Lagomarcino, de la Dirección de Innovación de la Facultad de Medicina; la infectóloga Cecilia Piñera, del Hospital Exequiel González Cortés y académica del Departamento de Pediatría Sur de nuestra institución; Daniela Simián, enfermera de investigación de Clínica Las Condes y las epidemiólogas María Teresa Valenzuela y Cintia Urquidi, que actualmente integran la Universidad de Los Andes.
Por Cecilia Valenzuela León